Formentera no ha ofrecido este verano los servicios de la escuela municipal de vela, un proyecto que nació en 1998 y que gestionaba la empresa Formentera 4 Nómadas -propiedad de Asier Fernández- desde 2002. El pasado 9 de junio se firmó la resolución, por mutuo acuerdo, del contrato por el cual la concesionaria dejaría de prestar los servicios. Según Fernández, una consecuencia motivada por la «inviabilidad económica» de la concesión, situación que ya había denunciado hacía dos años.

«En septiembre de 2014 entregué un informe socioeconómico y deportivo de lo que costaba la escuela y de lo que aportaban ellos. Era inviable económicamente y tengo un mail de Bartomeu Escandell [conseller de Economía de Formentera] reconociendo que es así y que había que resolver el contrato», explica Fernández, que recalca que en los últimos años ha perdido 114.000 euros por ejercicio, dinero que ha tenido que añadir a los 90.000 que sí destinaba la institución pitiusa.

El contrato de la concesión se firmó en la anterior legislatura, cuando era conseller de Deportes Sergio Jiménez, y debería haber finalizado en enero del año que viene. Fernández aclara que continuó prestando los servicios porque no quería incurrir en un incumplimiento de los mismos que le impidiese luego reclamar cantidad alguna, como hace ahora pidiendo 171.359.385 euros por lo que denomina como «desequilibrio contractual».

El hasta hace poco responsable de la escuela de vela afirma sentir «mucha tristeza» por ver que el Consell ha dejado morir un proyecto con el que se ha hecho «un trabajo muy bueno».

«No hace falta traernos talento a base de talonario. El talento está aquí, sólo hay que incentivarlo. En Formentera tenemos las mejores condiciones para conseguir buenos resultados. Tenemos el mejor escenario de Europa para actividades acuáticas», declara Fernández, que subraya que la máxima institución formenterense lleva ya varias legislaturas incumpliendo su promesa de construir un Centro de Deportes Náuticos.

Respuesta del Consell

Con respecto a la paralización de la actividad en la escuela de vela de Formentera, el conseller de Deportes, Jordi Vidal, apunta que se ha debido a que la empresa concesionaria «pidió la resolución del contrato» debido a «motivos económicos». Apunta, además, que Asier Fernández tuvo «tiempo suficiente para estudiarse» el pliego de condiciones de la concesión, por lo que ahora su reclamación está siendo estudiada por los «servicios jurídicos y de intervención del Consell». «Él firmó un contrato sin que nadie le obligara. Dice que, según parece, antes de que yo entrara en el equipo de gobierno se modificaría algún acuerdo para revisar este contrato, pero es algo que yo desconozco», explica Vidal.

El conseller considera a Fernández como una de las personas «más capacitadas» en materia de vela «de todo el mundo», pero no han podido conseguir que continuara ejerciendo su labor. «Él consideraba que se debía hacer una inversión en material e infraestructuras. Hemos intentado ir cumpliendo las pautas que nos había marcado, pero los tiempos de la administración y sus competencias hacen que el ritmo no sea a veces el deseado», dice Vidal.

Búsqueda de terrenos

El político insular desvela que intentaron «adquirir terrenos privados» para la ubicación de la nueva escuela de vela [en los que estaba hasta ahora se encuentran alquilados por la empresa Formentera 4 Nómadas], pero «no pudo ser».

La alternativa es ubicar el centro náutico en un «terreno de dominio público», cedido por costas y situado en s’Estany des Peix. Al ser dentro del parque natural de Ses Salines se requiere «una autorización de Medio Ambiente» para comenzar el proyecto, una vez que el Consell disponga de los permisos necesarios, que esperan tener en noviembre de este año. El objetivo es que «el verano que viene» esté reactivado el servicio de la escuela de vela.

Vidal afirma que en los presupuestos de este año ya existe una partida, de 300.00o euros, para la construcción de un Centro de Deportes Náuticos -del que ya existe un proyecto- en el que tendría cabida la escuela de vela, una cantidad «que se tendrá que prorrogar a 2017 con casi total seguridad».