El Formentera se hizo con el billete que le permitirá luchar por el ascenso a Tercera División tras vencer ayer en casa, con las gradas llenas a rebosar, a un Sant Jordi que dominó el partido durante la primera parte pero que no supo jugar con el viento en contra y se desvaneció gradualmente durante la segunda.

El día decisivo en que debían batirse el primero y el segundo de la Regional Preferente había llegado y desde la pitiusa menor se miraba con preocupación el fuerte viento de suroeste que ya soplaba horas antes del encuentro. Sóno el pitido inicial y el bloque verdinegro se hizo con el dominio del balón, con la naturaleza soplando a su favor y explotando la estrategia en jugadas aéreas. A punto estuvieron de cantar gol en el minuto 20, tras la salida de un córner en que la pelota se paseó de lado a lado de la portería de Contreras.

En el banquillo local y más lacónico que de costumbre, Miguel Angel Ruiz, corregía las posiciones y maldecía los errores que los de rojo encadenaban cada vez que se proponían hilar una jugada, como le ocurrió a Winde, quien tropezó solo ante el meta rival a la media hora de juego. Al menos los locales estaban finos en defensa, repeliendo a sotavento la lluvia de balones altos con la que el Sant Jordi les hostigaba. Solo Winde, desquitándose de su anterior fallo, hizo suspirar al respetable tras chutar desde fuera del área un balón que gracias a la fuerza del viento en contra se fue bombeando y a punto estuvo de causar estragos en la portería visitante.

En la reanudación las tornas habían cambiado, el Formentera avisó con dos ocasiones de Baby hasta que Gonzalo conectó un libre directo desde 45 metros por encima del portero, que seguramente no tuvo tiempo para preveer las rachas de viento que influyeron sobre la parábola del balón. Estallido rojo y negro en las gradas. Los visitantes, en vez de apostar por la única carta ganadora para remontar el marcador y conseguir la victoria, provocaron una lamentable tangana por medio de Chico, que dio una patada a un jugador del Formentera que permanecía en el suelo.

Solo en los últimos minutos el Sant Jordi apretó delante, cerrando a los locales en su propio campo, pero los jugadores verdinegros ya corrían cansados y el viento empezaba a hacer remolinos de polvo. Demasiados obstáculos si le sumamos el principal, el Formentera, el equipo que ha logrado saldar 32 partidos en la presente temporada con tan solo una derrota, ya se veía y jugaba como campeón. Baby, en el último suspiro, estuvo a punto de ampliar la ventaja.

La cifra19 años sin la fase de ascenso

El proyecto deportivo del presidente Felip Portas aspiraba a conseguir la clasificación para la fase de ascenso en su tercer año, pero ha logrado igualar al Formentera 1992-93 en la segunda temporada.

El árbitro. Juan José Cebrián. Acertó y no se arrugó

El árbitro ibicenco no erró en ninguna decisión importante y mantuvo a raya a los futbolistas de ambos equipos. ´Seco´ solucionó la tangana de la segunda parte con una merecida tarjeta amarilla a Chico. Pasó desapercibido.

Lo mejor. La respuesta de la afición

Unos 600 espectadores abarrotaron las gradas de Formentera. En un partido decisivo, un centenar de aficionados del Sant Jordi se desplazaron hasta la pitiusa menor. Rojos y verdes se sentaron codo con codo dando una lección de deportividad durante todo el partido.

Lo peor. La tangana en el tramo final

El encuentro estuvo lleno de tensión y nervios dentro del terreno de juego. El jugador del Sant Jordi Chico originó una tangana en la segunda parte tras realizar una fuerte entrada a un jugador local.