La afición ibicenca se volcó con el Pachá Ibiza Voley y llenó el pabellón de Es Viver. Más de seiscientas personas abarrotaron las gradas del recinto pitiuso. Muchas de ellas iban enfundadas en la zamarra amarilla que el club hizo especialmente para este envite. Además, el ruido y los cánticos a favor de los de Toni Gino no cesaron durante casi las dos horas de partido.