Pon un biberón a tu aspiradora: adiós al polvo en todos los rincones

Un accesorio casero que te hará no volverte loco para aspirar bien toda la casa

Pon un biberón a tu aspiradora: adiós al polvo en todos los rincones

Pon un biberón a tu aspiradora: adiós al polvo en todos los rincones

Pedro Francés

Es inevitable. En toda casa hay rincones, huecos, lugares, donde no solemos llegar ni con la escoba, ni con la mopa y ni siquiera con el aspirador, por muchos y muy modernos accesorios que esta tenga. Todo piso, todo apartamento, todo dúplex, todo adosado o todo chalé tiene más de un rincón insospechado que acaba acumulando polvo y pelusa más de lo que nos gustaría. La verdad es que es un problema difícil, por no decir imposible, de atajar. Pero hay algún consejo o truco que puede ayudarnos a minimizarlo todo lo posible.

Si bien, acumular polvo en ciertos rincones que apenas son visibles no nos importará demasiado, sí nos llevaremos un susto cuando veamos el estado de suciedad que han llegado a alcanzar. Miras debajo de la cama, tras una puerta, bajo el sofá, o detrás del armario del salón... Y lo que hay son polvo, pelusas, incluso telas de araña, más de un bicho. Y, como no, los temidos ácaros, especialmente si hay algún alérgico habitando en la casa.

El polvo es un gran enemigo estético, pero también lo puede ser de la salud. La alergia al polvo o a los ácaros es muy frecuente y puede hacer pasar malos ratos a quienes la sufren. Estornudos, mocos, picores, problemas en los ojos... O incluso síntomas peores si, por ejemplo, la alergia lleva un asma aparejada, y la persona que lo sufre tiene dificultades respiratorias cuando se tropieza con acumulaciones de polvo o ácaros.

Es por eso que en el caso de que haya personas alérgicas en la casa la disciplina de limpieza del polvo debe ser incluso mucho mayor. Especialmente en los lugares más frecuentados, como son su propia habitación o el salón. En estos casos, las labores deben efectuarse con mayor frecuencia y a conciencia, tratando de llegar a todos los rincones habidos y por haber. Y no nos engañemos, siempre son muchos más de los que pensamos.

El polvo o los ácaros pueden ser fatales cuando revolvemos en armarios, mirando ropa vieja. O cuando sacudimos sábanas o alfombras, o peleamos con cojines o almohadas. Por ejemplo, la labor de hacer las camas siempre es una de las que puede remover polvo y ácaros en una estancia tan sensible como el dormitorio, especialmente si es de una persona que sufre alergia.

Incluso ha habido algún estudio en este sentido que resaltaba las consecuencias negativas para los ácaros que tenía hacer la cama a diario, y sugería que quizás era mejor no remover demasiado las sábanas.

Si bien, no hacer la cama es algo por lo que muchos no pueden pasar, puesto que no soportan ver una habitación desordenada. Se trata, sin duda, de una de las mayores batallas de las madres y padres de todo el mundo: educar a sus hijos para que a diario hagan sus camas.

Pero volviendo al tema del polvo, en nuestra batalla diaria o casi diaria por combatirlo en el hogar, podemos hacer algunos sencillos trucos para tratar de eliminarlo de esos complicados espacios a los que nunca llegamos con el aspirador, por muchos accesorios de serie que traiga.

De hecho, se trata de crear nuestros propios accesorios caseros, afinando aún más el extremo del aspirador con el objetivo de llegar a los recovecos más estrechos o a los huecos más remotos e inaccesibles. Son sencillos trucos.

En este sentido, existe la opción de utilizar el cabezal de un biberón de cocina. Uno de esos botes o recipientes de plásticos usados para guardar aceite o salsas más o menos líquidas y administrarlas con mejor dosificación. Este instrumento nos puede ayudar con el polvo.

Únicamente habría que fijarlo con cinta adhesiva al extremo del aspirador, aprovechando la potencia de este y la estrechez del cabezal del biberón para alcanzar los espacios más angostos de la casa.

Pero también hay otro elemento de cocina que nos puede ayudar para esta finalidad. Se trata de la manga pastelera. En este caso optaremos por su cabezal más fino, con el que podamos llegar al mayor número de rincones de la casa posible. De nuevo, habría que fijarlo al extremo del aspirador con cinta adhesiva. Y así tendremos unos accesorios caseros que aumentarán las posibilidades de ese aspirador que compramos para tratar de dejar la casa lo más limpia posible y decir adiós al polvo en todos los rincones.