Meter en las botas en el congelador: el inesperado secreto que las ensanchan

Una solución rápida y práctica para deshacerte de esta incomodidad

Meter en las botas en el congelador: el inesperado secreto que las ensanchan

Meter en las botas en el congelador: el inesperado secreto que las ensanchan

R. P.

Si alguna vez has llevado unas botas que te aprietan y comprimen los pies, sin duda habrás experimentado lo desagradable que puede resultar caminar con una sensación constante de incomodidad.

Afortunadamente, existen soluciones prácticas e ingeniosas para deshacerte de esta incomodidad y hacer que tus botas sean más cómodas y fáciles de llevar.

Hoy, de hecho, vamos a ver algunas estrategias para ensanchar botas estrechas, lo que te permitirá disfrutar de un calzado que no sólo refleje tu estilo, ¡sino que también se adapte cómodamente a tus pies!

Método de acolchado

Si necesitas ensanchar tus botas sin demasiadas complicaciones, el viejo método de rellenarlas con hojas de periódico puede ser la solución ideal. Es un truco que usaban nuestras abuelas antiguamente y que siempre ha funcionado, así que sólo tienes que aprender todos los pasos para utilizarlo en tu beneficio.

Basta con llenar los fardos con hojas de periódico, asegurándose de apretarlos en los lugares más estrechos, y dejarlos al menos dos días. Esto no solo crea una presión uniforme, sino que también absorbe la humedad del interior de las botas, manteniéndolas frescas y con un olor estupendo.

Secador

Si las botas son de un material que se puede moldear con calor sin problemas, puedes probar a utilizar un secador de pelo. Basta con calentar suavemente las botas con el secador durante unos minutos a temperatura y velocidad medias, procurando mantener una distancia de seguridad para no dañarlas. Después de calentarlas, póntelas para que se adapten a la forma del pie. Este método es especialmente eficaz con botas de cuero o materiales similares.

En el congelador

El problema de las botas que aprietan demasiado también puede resolverse utilizando hielo. Puede sonar extraño, pero es un remedio muy común y especialmente eficaz.

Llena dos bolsas de plástico resistentes con agua (sirven bolsas de comida) y colócalas dentro de las botas. A continuación, mételas en el congelador y déjalas toda la noche. El volumen de agua se duplica cuando se solidifica, por lo que puedes estirar fácilmente las botas durante la noche y seguir teniendo espacio de sobra para ponértelas.

El truco del doble calcetín

Seguro que ya te han aconsejado andar por casa con tacones, llevando dos calcetines para que sean más anchos y cómodos.

En el caso de las botas, un consejo rápido es ponerse un calcetín grueso o dos finos antes de calzárselas. Este método no sólo añade una capa extra de comodidad, sino que también ocupa un poco más de espacio en el interior de las botas, lo que las hace más adaptables a la forma del pie.

Consejos prácticos para ensanchar

Además de los métodos específicos comentados hasta ahora, he aquí algunos consejos prácticos para ensanchar eficazmente las botas:

Ponte las botas con calcetines gruesos para acelerar el proceso de ensanchamiento; utiliza un spray de estiramiento de botas para ayudar a que el material se expanda; tenga cuidado de no presionar demasiado: ensanchar las botas requiere paciencia; repite la operación varias veces si es necesario, sobre todo si buscas una solución gradual; cuando no lleves puestas las botas, mantenlas forradas o acolchadas para mantener su nueva forma ensanchada.