Adiós al jabón: por qué hay que meter bolas de aluminio en lavavajillas

La misma bola de papel de aluminio puede reutilizarse varias veces.

Adiós al jabón: por qué hay que meter bolas de aluminio en lavavajillas

Adiós al jabón: por qué hay que meter bolas de aluminio en lavavajillas

M. R.

A veces lo único que se necesita para resolver un problema es algo que ya está dentro de casa. El papel de aluminio es uno de los productos más utilizados.

Es un producto útil no sólo para cocinar, sino también para limpiar. Veamos cómo utilizarlo para hacer milagros dentro del lavavajillas. Este consejo es para quien quiera que sus cubiertos brillen y sigan brillando al salir del lavavajillas, algo muy útil para que vuelvan a parecer nuevos.

Para limpiar los cubiertos en el lavavajillas, basta con coger un trozo de papel de aluminio, arrugarlo y crear bolas de aluminio. Coloque la bola en la cesta de los cubiertos y utilice el aparato como de costumbre. Los residuos más resistentes y la suciedad se eliminarán con facilidad, dejando tus cubiertos perfectamente limpios y brillantes como nunca.

La misma bola de papel de aluminio puede reutilizarse varias veces. Sólo debe desecharse cuando huela mal o esté sucia.

¿Cómo funciona este truco?

El papel de aluminio enrollado reacciona al entrar en contacto con las sustancias químicas del detergente para lavavajillas y el agua caliente. Tanto el detergente en polvo como las pastillas para lavavajillas se parecen al bicarbonato sódico.

El detergente, al combinarse con las partículas de aluminio, limpia las partículas de sulfuro de plata. De este modo, los cubiertos quedan brillantes y sin manchas.

Este producto también es muy útil para eliminar las manchas de óxido de los cubiertos y pulir pequeños arañazos.

Necesitarás bicarbonato sódico, papel de aluminio, sal y agua caliente. Utiliza el papel de aluminio para cubrir el fondo del recipiente, añade 2 cucharadas de bicarbonato de sodio y sal.

A continuación, añade abundante agua caliente y mete los platos en la sal durante unos minutos. Después sécalos con un paño limpio y quedarán relucientes. Este truco es especialmente eficaz para la cubertería de plata. Otro truco interesante y eficaz es utilizar vinagre blanco, bicarbonato de sodio, un cepillo de dientes y un bol.

Dependiendo de la cantidad de plata que quieras pulir, tendrás que añadir suficiente vinagre y una o dos cucharadas de bicarbonato de sodio al cuenco. Mezcla bien los ingredientes y, con un cepillo de dientes, frota cada pieza de plata durante unos minutos. Déjalos a un lado para que la solución actúe. Por último, aclara los cubiertos con agua fría y sécalos con un paño.

También puedes utilizar agua oxigenada y un algodón para abrillantar los cubiertos. Basta con mojar el algodón en el agua oxigenada y frotar enérgicamente cada cubierto. El resultado inmediato es un brillo extremo.

El aceite esencial de limón también da brillo a los cubiertos de acero inoxidable y deja un agradable aroma a limón.

Para abrillantar los cubiertos con aceite de limón, aplique una pequeña cantidad a un paño suave y seco. También se puede utilizar una toalla de papel.