Frotar huevo en tus zapatillas: así lo debes hacer para que parezcan como nuevas

Las claves de un truco que no te imaginabas

Frotar huevo en tus zapatillas: así lo debes hacer para que parezcan como nuevas

Frotar huevo en tus zapatillas: así lo debes hacer para que parezcan como nuevas

H. M. Z.

Lucir un calzado nuevo durante las primeras semanas suele conllevar una preocupación mayor sobre su limpieza y cuidado que se va perdiendo a medida que pasa el tiempo. Aquellas zapatillas que compraste con tanta ilusión van pasando a formar parte del resto del armario y su encanto disminuye. Sin embargo, a nadie le gusta ponerse unas zapatillas sucias y por mucho que procrastinemos en cuanto a su limpieza es más que necesaria si queremos recuperar la brillantez de cualquier par.

La limpieza del tejido que cubre la zapatilla suele variar en función de los materiales de los que está confeccionada. Una cosa es limpiar piel y otra muy distinta el poliéster o la tela. Por otro lado, las suelas de cualquier tipo de calzado sí que suelen coincidir en materiales: el caucho natural o plástico -como el poliuterano-. Si bien es cierto que la eliminación completa de la suciedad es más complicada en esta zona, no tendrás que romperte la cabeza pensando si estás haciendo daño a tu zapato limpiándolo igual que las zapatillas de correr.

No obstante, no es de extrañar que a estas alturas del año ya hayas pisado algún charco y llenado las zapatillas de barro. Este tipo de infortunios suelen ser bastante incómodos, ya que llenarán todas las estancias por las que pases de barro que luego tendrás que limpiar. Sin embargo, lo más conveniente con estas manchas es dejarlas secar antes de ponerse manos a la obra y extenderse el problema. Cuando los restos conformen una capa más dura es cuando habrá que eliminar el problema.

 Eliminar el barro no es tan complejo como puede parecer. En primer lugar, deberás raspar todos los restos que puedas y después terminar de frotar con un cepillo de dientes. Con otro cepillo distinto, frota la zona con detergente y agua y déjalo actuar por unos minutos. Eso sí, habrá ocasiones en que las manchas de barro sobre tu calzado o ropa tienen más tiempo del que deberían. Son prendas que en su momento no pudiste recuperar, pero que tampoco has tirado a la basura.

Y en este punto aparece un aliado inusual, como ocurre con la esponja que se mete en la lavadora o el papel higiénico que se introduce en la nevera. Trucos inimaginables pero que ofrecen resultados impactantes. También ocurre, por ejemplo, con restregar un limón por la vitrocerámica.

Por imposible que parezca, con un buen tratamiento podrás darles una segunda vida gracias a la incorporación de productos más inusuales como la yema de huevo. En este caso tendrás que extenderla por la zona manchada y esperar unos minutos para después aclarar. También puedes optar por clásicos como el vinagre, el amoniaco y el agua mezclados y aplicados durante un par de minutos. Por otro lado, si tienes un gel hidroalcohólico por casa también tienes la posibilidad de aplicarlo con un cepillo y dejarlo actuar durante un par de horas.