La fruta que sirve para dejar la placa de la cocina brille como el primer día

Una forma natural, barata y sin químicos de dejarlas como nuevas

Manuel Riu

¿Cuánto tiempo hemos perdido intentando eliminar las manchas de las placas? Esas incrustaciones que luchan por desaparecer, a pesar de nuestros esfuerzos. Quizás con productos comprados que, al final, pueden no resultar tan efectivos.

Para quienes tienen que ocuparse de la limpieza de la cocina a diario, la superficie de cocción es uno de los enemigos declarados. Crea manchas que a menudo se convierten en una tarea difícil de combatir y vencer. Al fin y al cabo, precisamente por su naturaleza, se trata de una superficie que suele estar destinada a ensuciarse.

Qué gran error es tirar los residuos de este alimento que está presente en muchos hogares. Y además, sin tener que gastar dinero en productos específicos, podemos utilizar un ingrediente inesperado que suele acabar en la bolsa de basura.

Y es increíble cómo la placa puede volver a brillar, como si fuera nueva, gracias a otro elemento que solemos desechar. Y eso es un gran error.

Hemos aprendido una y otra vez a ahorrar dinero utilizando alimentos destinados al cubo de la basura. Por ejemplo, los posos de café o las cáscaras de limón exprimidas se pueden utilizar para decenas de cosas en lugar de tirarlas. No son los únicos residuos que se pueden aprovechar y darles un buen uso, ahorrando mucho dinero.

Es increíble cómo la placa de cocción puede volver a brillar como nueva gracias a estos residuos que normalmente acaban en la basura. Es la cáscara de la manzana. Cuando pelamos la fruta, solemos sacarla y tirarla a la basura. Un gran error, porque las cáscaras son perfectas para nuestra estufa. ¿Qué debemos hacer? Sólo hay que ponerlas en una cacerola y asegurarse de que queden completamente cubiertas por el agua. Enciende el fuego y, cuando el agua hierva, recuerda mantener la llama muy baja.

Sin embargo, debemos tener cuidado de que las cáscaras no acaben pegadas al fondo de la olla. Bastará, en este caso, con darles la vuelta, de vez en cuando, con una cuchara de madera. Una vez que las cáscaras no están duras, sino que se han vuelto mucho más suaves, es el momento de pasar a la siguiente operación.

Tendremos que verter el líquido en la clásica botella de spray que podríamos utilizar para planchar. En este punto, lo único que tenemos que hacer es rociar este líquido directamente sobre la placa de cocción y luego limpiar con una esponja o un paño seco. Preste especial atención a las manchas más resistentes. Puede que te sorprenda el resultado.