Ocuparse de las tareas domésticas puede ser agotador e incluso frustrante. Ocurre, en efecto, que se desempolva a fondo y, al cabo de poco tiempo, se ve reaparecer al archienemigo. Si quitar el polvo y mantener la casa limpia son acciones que se llevan a cabo con cierta frecuencia, hay otras que a menudo se olvidan. La limpieza de los radiadores, el control del moho en las paredes o el abrillantado de persianas y contraventanas son tareas que a menudo se descuidan. Sin embargo, incluso éstas son importantes para tener siempre una casa ordenada y a prueba de invitados. Hoy veremos cómo limpiar las persianas de plástico o aluminio, pero sobre todo cómo mantener limpia la cuerda. Este elemento se maneja mucho y es fundamental para el funcionamiento de las persianas. Precisamente porque se manipula varias veces al día, el cordón de la persiana debe mantenerse siempre limpio.

Las cuerdas o correas de las persianas son de nylon o de tela y se pueden limpiar fácilmente con los detergentes clásicos. Mantener este elemento ordenado es esencial tanto por razones estéticas como para mantener la persiana en perfecto estado de funcionamiento. De hecho, la suciedad podría acelerar el desgaste del cable, que, si está excesivamente dañado, tendrá que ser sustituido. Para limpiar eficazmente las correas, proceda a utilizar un paño de microfibra empapado en unas gotas de vinagre. Esto los dejará como nuevos. Si la correa se rompe, habrá que sustituirla. Esto puede hacerse personalmente o llamando a un experto.

La sustitución de la correa no es una operación compleja, pero puede llegar a serlo para los inexpertos. Para limpiar las persianas, puedes utilizar jabón de Marsella o bicarbonato de sodio mezclado con agua. Como alternativa, se pueden utilizar productos específicos. Para las persianas de PVC, también se puede utilizar el vapor; basta con comprar un limpiador de vapor.

Cómo cambiar la cuerda

Como se ha mencionado, el cambio de la correa de la persiana es una operación relativamente sencilla y es la misma para las persianas de aluminio, madera o PVC. Antes de empezar, será bueno conseguir una escalera estable, tijeras, dos destornilladores y una cuerda nueva. Primero tendrás que desenroscar la caja y, con la ayuda de un destornillador grande, bloquear la rueda en la que se enrolla la correa. Pronto notarás que hay un nudo que mantiene la cuerda en su lugar; este debe ser desatado. Ahora retira la cuerda vieja e introduce la nueva atándola de nuevo. Retira el destornillador grande, desmonta el carrete y retira completamente la cuerda vieja.

Al retirar la cuña, es aconsejable contar con la ayuda de alguien que sostenga la nueva cuerda para evitar que la persiana se caiga de golpe. Corta la nueva cuerda unos 50 centímetros más abajo de donde se encuentra el enrollador. Introduce la cuerda en el enrollador y asegúrala. A continuación, vuelve a colocar el enrollador en su sitio y sube la persiana. Por último, vuelve a montar el casete. El precio de los cordones de las persianas varía de unos diez euros en adelante. En algunos casos es posible encontrarlos por 6 o 7 euros.