Romo, con la emoción contenida tras la victoria de la UD Ibiza: «Este muerto está muy vivo»

El técnico, con los ojos humedecidos, apela a la afición y asegura que «nadie quiere bajarse del autobús»

Fernández Romo en el banquillo celeste. | V.MARÍ

Fernández Romo en el banquillo celeste. | V.MARÍ / RUBÉN J.PALOMO. EIVISSA

Rubén J. Palomo

Rubén J. Palomo

Un emocionado Guillermo Fernández Romo reconoció tras el partido la importancia de la victoria para el aspecto anímico del equipo después de un complicado tramo del campeonato. Con los ojos humedecidos, agradeció el aliento de la afición para contribuir a una victoria que sirvió para cerrar una hemorragia de ocho jornadas sin ganar que estaba desangrando al plantel celeste.

«El fútbol a veces es esto y no solo es ganar, es cómo hemos ganado. Con todas las circunstancias de nuevo en contra: desaciertos, largueros, ocasiones falladas… Es el partido de la temporada con más disparos a puerta, que más ocasiones claras hemos tenido, pero hoy sin duda le doy valor al club, al grupo, a la afición. Es increíble, hoy sí he visto que vamos todos en el mismo camino y eso emociona», dijo con la voz casi entrecortada.

Romo aseguró que «no hablaría de catarsis», pero sí de «una emoción contenida» por una «injusticia futbolística» que a su juicio venía sufriendo el conjunto celeste y «una alegría enorme de todos los que forman parte del club». «No hay imposiciones de ego, lo importante no es el puesto del entrenador ni quién juegue sino conseguir resultados», añadió el técnico madrileño sobre su situación en el banquillo, que habría estado muy comprometida en caso de no haber sumado los tres puntos.

El preparador celeste volvió a destacar el apoyo de los seguidores locales que les llevaron «en volandas» hacia el triunfo y que fueron «los mejores del partido». Además, defendió que los futbolistas «no son robots, son personas como tú y yo» y que recordó que «todos» han sufrido». También él a lo largo de ocho jornadas sin ganar. «Vamos todos en el autobús y no nos queremos bajar ninguno», dijo en referencia a la unidad del vestuario y del club.

Romo se mostró convencido de que este triunfo puede suponer un punto de inflexión para retomar una «regularidad» en el juego y los resultados, y esa «unión mental y de desarrollo de todo lo que nos queda por delante». «Al final juegas para la gente y cuando ocurre esa comunión, todo es increíble», agregó el entrenador madrileño, que también habló sobre el duro momento que ha pasado la plantilla: «El vestuario lo ha vivido con una parte natural de que esto es un juego pero con una racionalidad emocional difícil porque sales a jugar y eres mejor que muchos rivales y no consigues ganar ni adelantarte en el marcador, pues se pasa mal. Pero esto es seguir, insistir, persistir, intentando no caer en los mismo errores para que existan buenas soluciones. Pero si nosotros nos seguimos focalizando en nosotros nos demostrará lo que hemos visto: que este equipo no está muerto, que esta plantilla no está muerta y que este muerto está muy vivo».