La UD Ibiza y Romo reciben al Melilla sin margen de error

El equipo ibicenco está obligado a frenar la racha de ocho jornadas sin ganar frente a un rival en descenso en el ultimátum del técnico en el banquillo celeste

Olabe presiona a Argüelles durante un entrenamiento de la UD Ibiza esta semana en el anexo de Can Misses. | UD IBIZA

Olabe presiona a Argüelles durante un entrenamiento de la UD Ibiza esta semana en el anexo de Can Misses. | UD IBIZA / RUBÉN J.PALOMO. EIVISSA

Rubén J. Palomo

Rubén J. Palomo

A pesar de la (sorprendente) paciencia y el voto de confianza otorgado por Amadeo Salvo a Guillermo Fernández Romo en el banquillo de la UD Ibiza, otro eventual tropiezo del equipo este domingo frente al Melilla (Can Misses, 12 horas) podría suponer el adiós del técnico madrileño en su ultimátum ante un rival en puestos de descenso. Prolongar a nueve las jornadas sin conocer la victoria en el grupo 2 de Primera RFEF sería una losa demasiado pesada, inconcebible de hecho, para un club vertebrado en su conjunto para regresar a Segunda División.

Para evitar una nueva debacle que, ahora sí, podría costarle el puesto a Guille Romo, los futbolistas celestes están obligados a reivindicarse, a dar un golpe sobre la mesa y a derrotar al Melilla para afrontar con nuevos bríos la recta final del campeonato. Se lo deben al preparador madrileño, que ha confiado en ellos para reclutarlos en torno al proyecto y ha repartido minutos entre todos para salir juntos del socavón.

La UD Ibiza necesita imperiosamente detener la hemorragia de malos resultados, ocho consecutivos tras caer con estrépito el pasado domingo en San Fernando (1-0), y acabar con una sequía goleadora que les ha sumido en una auténtica pesadilla. Despertar de ese mal sueño con goles y buen fútbol ante su afición sería el mejor remedio para una extraña enfermedad que asola a la plantilla celeste.

Los de Romo, que hasta nada peleaban por el liderato, arrancan la trigésimo primera jornada en la cuarta posición empatados con el Málaga y a cuatro puntos del Córdoba. Tienen un colchón de nueve con el ‘play-off’, pero deben ser ambiciosos y recuperar la moral frente a un Melilla casi desahuciado, a nueve puntos de la permanencia.

La UD Ibiza y Fernández Romo no tienen margen de error. No cabe otro resultado que no sea la victoria a falta de ocho jornadas para el final. Dos meses en los que el equipo ibicenco tiene que reencontrarse con su mejor versión para encarar con confianza la fase de ascenso.

En lo deportivo, Romo recupera a Alberto Escassi y solo tiene la baja de Olaortua para recibir a un Melilla que está agontando sus opciones de permanencia logrando cinco puntos de los últimos nueve disputados. Tres jornadas sin perder alimentan las esperanzas del cuadro norteafricano, que viaja sin complejos a la isla.

Para su entrenador, Víctor Basadre, «enfrentarse al Ibiza hace cuatro o cinco meses era un momento duro, porque estaban con la flecha para arriba y con grandes sensaciones». «En estos estas últimas jornadas -indicó en la previa- es verdad que los resultados no les están acompañando, pero si lo analizamos te das cuenta que hay circunstancias de partido donde el resultado no refleja lo que verdaderamente ha pasado en el campo», subrayó.