1.730 espectadores, la peor entrada en el Palladium Can Misses. La deriva de la UD Ibiza tuvo consecuencias tanto en la asistencia al estadio como en las críticas de un sector de la grada hacia la planificación deportiva a cargo de Miguel Ángel Gómez.
El rendimiento del equipo, colista a cinco puntos de la salvación, y el horario del encuentro, lunes a las 21 horas, propiciaron la peor cifra de asistencia en Segunda División a Can Misses con poco más de 1.700 aficionados.
Además, un nutrido grupo de seguidores pidió durante varias fases del partido la dimisión del director deportivo al grito de ‘Gómez dimisión’. Otro mostraron su enfado con pañuelos blancos. Por cierto, ni rastro de Piqué en el palco.