Investigación

Las dudas del fuego de Valencia: ¿Qué es el 'efecto chimenea'? ¿Cómo puedo saber si mi edificio no tiene riesgos?

El edificio se trata de un inmueble construido entre 2005 y 2008 por la promotora Fbex y pretendía ser una promoción de 138 viviendas de lujo en la época del boom inmobiliario, aunque los problemas por la crisis del ladrillo no cumplió nunca las expectativas

Incendio de un edificio en el barrio el Campanar en Valencia

Incendio de un edificio en el barrio el Campanar en Valencia / EDUARDO MANZANA/EUROPA PRESS

Germán González

Los 14 pisos del edificio de la rotonda de General Avilés en Valencia ardieron en pocas horas. Se trata de un inmueble construido entre 2005 y 2008 por la promotora Fbex y pretendía ser una promoción de 138 viviendas de lujo en la época del boom inmobiliario, aunque los problemas por la crisis del ladrillo no cumplió nunca las expectativas. Eso sí, se promocionaba sus acabados con una fachada ventilada para favorecer el ahorro energético pese a que este detalle pudo ser un acelerador de la combustión cuando saltaron las llamas, junto a las rachas de viento de 60km/h

¿Qué materiales se utilizaron para construir la fachada del edificio de Valencia que ayudó a la propagación de las llamas?

En concreto el edificio siniestrado tenía una fachada ventilada con seis capas. Los ladrillos tenían un aislante térmico de poliuretano, un material que arde rápido. Sin embargo, después había una capa de aire, que fue determinante para el desarrollo de las llamas, y un revestimiento de placas de metal con polietileno dentro, un material de una marca conocida como Alucobond. Así, lo han explicado a este medio responsables de la Asociación de Instaladores de Aislamiento, que agrupa a profesionales del sector que aplican en edificaciones la normativa correspondiente a aislamiento térmico y estanqueidad al aire), soluciones acústicas), impermeabilización, salubridad y protección frente al radón y la protección pasiva contra el fuego.

¿Qué es el efecto chimenea?

Eran paneles de la marca Alucobond formadas por dos láminas de cubierta de aluminio y un núcleo relleno de agregado mineral difícilmente inflamable o no inflamable. Su uso está pensado para una fachada ventilada que favorece el aislamiento acústico y térmico, de manera que favorece el ahorro energético. Sin embargo, en la propagación del fuego, la ventilación de la fachada por la capa de aire, ayudada por el fuerte viento, hizo un 'efecto chimenea' expandiendo las llamas liberaron calor en la combustión además de gases, como cuentan varios expertos.

¿Son seguros estos materiales actualmente?

El arquitecto Roger Sauquet, profesor de arquitectura ETSAV-UPC, explica a este medio que el poliuretano puede estar presente en la parte aislante de un edificio y que las placas colocadas en un inicio se hacían con resina combustible, pero "ya no". Tanto el poliuretano como el polietileno son combustibles, pero pueden mejorar su comportamiento al fuego aplicando revestimientos, aunque a partir de 28 metros de altura como aislamiento de una fachada ventilada no se puede utilizar, señala Sauquet y añade que el poliuretano está restringido a edificios de menos de 10 metros en fachada ventilada. Además, remarca que en inmuebles altos como el siniestrado se puede colocar lana mineral o morteros técnicos, rellenos de aire, corcho o partículas que son aislantes. Finalmente señala que Aucabond usaba polietileno en sus revestimientos entre 2002 y 2005 pero que actualmente dejó de utilizarlos.

¿Pudo evitarse la propagación del fuego en la fachada?

El edificio de Valencia se licitó en 2005 y la normativa al respecto en prevención de incendios es de 2007. Ahora se colocan barreras en la cámara de la fachada que funciona como cortafuegos. Sólo se revisan los edificios anteriores a la legislación si en una inspección se comprueba que existe algún riesgo. El Documento Básico contra Incendios del Código Técnico de la Edificación (CTE. DB-SI), actualmente en vigor, señala que los materiales usados en construcción deben resistir a la combustibilidad, los humos y la caída de gotas o partículas inflamadas.

¿Cómo puedo saber de qué material está hecha mi vivienda?

Acudiendo al registro de cada ayuntamiento y solicitando ver la licencia y el proyecto de obras, ahí aparecen tanto los materiales usados como la normativa vigente en cada momento. Alguna información que aparece es muy técnica, por lo que se debe tener formación al respecto para entenderla, según ha explicado a este medio David Jiménez, jefe de los servicios técnicos del Col·legi d’Enginyers Graduats i Enginyers Tècnics Industrials de Barcelona.

¿Cómo ha evolucionado la normativa contra incendios?

La tecnología avanza y cada vez hay más materiales que se pueden utilizar. La primera norma para la prevención de incendios en España fue en 1974 y luego aparecieron otras en 1982, 1991, 1996 y 2006, en función de las mejoras técnicas. AActualmente,el Código Técnico de la Edificación (CTE) establece requisitos clave para la prevención y protección contra incendios en la construcción de edificios. Estos requisitos abarcan aspectos como la resistencia al fuego de los materiales, la compartimentación adecuada de espacios, los sistemas de detección y extinción de incendios, así como las rutas de evacuación.

¿Los materiales usados son ignífugos?

Con las mejoras en eficiencia energética se usan materiales que garanticen el aislamiento de los inmuebles. El reglamento de productos de la construcción establece el tipo de material a emplear y siempre en función a su reacción al fuego, como señala David Jiménez, es decir, puede quemar pero no propagar. Para ello los fabricantes hacen ensayos. Para garantizar la seguridad se debe estar avalado por la normativa, cumplir con el proyecto y tener la garantía del instalador. Para ello se emiten los certificados correspondientes que luego tienen que estar visados por el ayuntamiento para dar la licencia de obras y ejecutarlas. El ciudadano acceso al material usado en este proyecto técnico.

¿Qué pasa cuando se detectan riesgos?

La normativa establece que los edificios deben pasar una inspección técnica para establecer si no hay problemas estructurales. En los más antiguos esta revisión es obligatoria. En caso de detectar materiales o daños se deben rehabilitar a coste de la comunidad de propietarios, aunque la administración ofrece ayudas.