La Policía Local de Santa Margalida, en Mallorcaevitó el suicidio de una mujer tras dos violentos incidentes con su pareja, uno de ellos ante su hijo de seis años. La sospechosa se había encerrado con un cuchillo en el cuarto de baño de la vivienda y los agentes irrumpieran en la casa y evitaron que se autolesionara. La mujer, de 48 años, fue trasladada en ambulancia al área de psiquiatría del hospital de Inca, donde quedó ingresada.

Los hechos ocurrieron el pasado día 24. Poco antes de las dos de la madrugada, la Policía Local fue alertada de que se estaba produciendo un episodio de amenazas en un domicilio de la calle Europa. Las patrullas que acudieron al lugar se entrevistaron con un hombre, que estaba en plena calle con un menor. Les contó que su compañera sentimental estaba muy alterada y le había atacado en presencia de su hijo de seis años. Explicó que ella había regresado ebria a la vivienda aquella noche y empezaron a discutir. La víctima quiso marcharse con el menor, pero la mujer le quitó las llaves del coche para evitarlo. Además, amenazó con quemarle el vehículo y le rompió un retrovisor.

Los policías taparon al niño con una manta y lo metieron en un automóvil. La mujer se asomó entonces por una ventana y comenzó a increpar y amenazar a su compañero. Pese a los requerimientos de los agentes, se negó a identificarse. El hombre optó por irse a Palma con el menor y regresar más tarde para aclarar las cosas con su pareja. Los policías elaboraron un informe sobre lo ocurrido para remitirlo al departamento de Servicios Sociales del Ayuntamiento.

Horas después, el mismo día 24 hacia la una de la tarde, la Policía Local tuvo que regresar al inmueble. Esta vez el hombre les contó que la mujer le había puesto un cuchillo en el cuello mientras amenazaba con matarle. Él consiguió zafarse y escapar sin ninguna lesión. La mujer se encerró entonces con el arma en el cuarto de baño y envió un mensaje al móvil del hombre para decirle que se iba a morir.

Los agentes, ante el riesgo de que la mujer se suicidara, optaron por entrar en la casa por la fuerza. Forzaron una ventana y localizaron a la sospechosa. Una policía charló con ella y consiguió entrar en la estancia. Comprobó que estaba tumbada en el suelo y con un cuchillo sobre una de sus muñecas, donde se había hecho ya pequeños cortes. La funcionaria, tras entablar conversación con ella, consiguió calmarla y en un descuido le arrebató el arma.

Al lugar acudió entonces una ambulancia del Ib-Salut, cuyos efectivos atendieron a la mujer y decidieron trasladarla al hospital de Inca, donde quedó ingresada en el área de psiquiatría.