Universidad

La UIB se compromete a no contratar con empresas de Israel

Alumnos acampados en la rueda de prensa del rector de la UIB, Jaume Carot. | DM

Alumnos acampados en la rueda de prensa del rector de la UIB, Jaume Carot. | DM

Europa press

El Consejo de Gobierno de la Universitat de les Illes Balears (UIB) ha aprobado un comunicado en el que se compromete a no establecer convenios, contratos ni acuerdos con empresas o entidades israelíes hasta que «la situación en los territorios palestinos sea de paz y se garanticen los derechos humanos».

Así lo explicó el rector de la UIB, Jaume Carot, en declaraciones a los medios después de la sesión extraordinaria del Consejo de Gobierno, convocada para tratar las peticiones presentadas por el colectivo ‘Acampada per Palestina a la UIB’.

Entre otras cuestiones, el rector agradeció a la ‘Acampada per Palestina a la UIB’ por proponer la incorporación de medidas para la contratación ética. De este modo, la UIB creará un grupo de trabajo para crear un código ético para la contratación de bienes y servicios. Según explicó, la universidad está sujeta a ley de contratos del sector público, que obliga a licitar las compras y coger por ley la propuesta más económica.

El comunicado aprobado incluye ocho puntos en los que la UIB se compromete a «seguir de cerca los hechos en Palestina y, sobre todo, de los procesos judiciales internacionales». Además, exige el final del conflicto y pide a Israel que «acate la orden de cesar la función militar inmediatamente, de mantener abierto el paso de Rafah y de permitir el paso de asistencia humanitaria».

También se compromete a buscar vías para obtener recursos económicos que permitan la acogida de estudiantes, personal académico y personal técnico y de gestión de universidades palestinas, así como a potenciar los programas de cooperación y movilidad que contribuyan a la recuperación de centros y programas de enseñanza universitarios palestinos.

Otro de los puntos es el compromiso con continuar garantizando la libertad de expresión, una cuestión que según ha remarcado Carot, «se ha hecho desde el primer momento». En este sentido, la UIB organizará programas de formación sobre cómo ejercer y respetar la libertad de expresión y gestionar el discurso en el ámbito académico.

La UIB declara que las universidades «son y deben ser instituciones abiertas a la confrontación democrática de ideas» y se compromete a «parar la confrontación bélica y promover un escenario futuro de paz y concordia».

«Entendemos que todos los compromisos dan respuesta hasta dónde la UIB puede llegar en el marco de la legislación a la que se debe acoger y en el marco de sus competencias y capacidades», manifestó el rector, añadiendo que el comunicado «da respuesta a las reivindicaciones del colectivo acampado en el campus».

Críticas de los estudiantes

Algunos miembros de la ‘Acampada per Palestina a la UIB’, que asistieron a las declaraciones del rector después de la sesión del Consejo de Gobierno, han acusado a la UIB de emitir un comunicado «vacío» y «hacer caso omiso» a sus peticiones. Carot invitó a los estudiantes a reunirse en su despacho este miércoles, sin embargo, los miembros de la acampada han reclamado que se reúna con ellos «en igualdad» en la asamblea.

El colectivo ha considerado que las declaraciones son «pésimas» y ha criticado que el rector «no haya bajado en 11 días a reunirse con la asamblea». «Seguimos invitando al rector cada día a las 19.00 horas a la asamblea para hablar con él de igual a igual», ha apuntado Xesc, remarcando que si no se trata de una convocatoria «que pueda ofrecer un espacio crítico de diálogo y que dé voz a los estudiantes» no acudirán.

En relación con las agresiones a estudiantes acampados en el campus que tuvieron lugar la semana pasada, el rector ha lamentado que se hayan producido y remarcó que la UIB ha reforzado la seguridad, pasando de dos a ocho trabajadores, y que los hechos son objeto de investigación interna.

Los acampados, sin embargo, han acusado igualmente a Carot de rebajar la gravedad de los ataques al considerar que solo hubo amenazas y no agresiones físicas. «Ha dicho que hemos malinterpretado lo que pasó», denuncian.

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