«La realidad de los migrantes deja una marca emocional»

Cuatro grupos de alumnos de cuarto de Secundaria del instituto Santa Maria participan en un taller sobre el tráfico migratorio en la ruta argelina a cargo del colectivo Caminando Fronteras

Un grupo de alumnos debaten en un instante del taller ante la atenta mirada de González.

Un grupo de alumnos debaten en un instante del taller ante la atenta mirada de González. / TONI ESCOBAR

Aarón Benet

Aarón Benet

«Proteger el trabajo de la defensa de derechos, conocer la realidad de las fronteras, exigir a las autoridades competentes que actúen en consecuencia y. en última instancia, reforzar y defender el trabajo que realizan las organizaciones». Con este propósito la organización Caminando Fronteras impartió ayer por la mañana un taller sobre el tráfico de migrantes en la ruta argelina del Mediterráneo Occidental a cuatro grupos de alumnos de cuarto de Secundaria del instituto Santa Maria de Vila. Una iniciativa impulsada por el Fons Pitiús de Cooperació, que cofinancia el proyecto del Observatorio de derechos humanos de las personas migrantes en esta ruta.

El seminario empezó con una actividad práctica. Los jóvenes estudiantes formaron grupos de cinco y cada uno de ellos resumió en diez minutos un texto distinto sobre cinco casos reales de víctimas en las frontera occidental euroafricana. Los textos incluían testimonios desgarradores como el de Salma, que relata la búsqueda desesperada para encontrar a su tío, quien desapareció en una patera en mitad del mar en enero del 2022 . Todos los artículos eran fragmentos de cuatro publicaciones de Caminando Fronteras: los monitoreos ‘Derecho a la vida’ de 2022 y 2023, ‘Un muro de indiferencia. La ruta argelina del Mediterráneo Occidental’ y ‘Víctimas de la Necrofrontera 2018-2022: Por la memoria y la justicia’.

Tras ese resumen, un representante de cada equipo expuso brevemente en voz alta las conclusiones al resto de la clase. Simultáneamente, la técnica de proyectos de la organización, Betsabé Quintana, escribió en la pizarra los conceptos clave, que en total fueron ocho: desaparición, familias, pateras, rescate, Argelia, búsqueda, invisibilizada y otras ONG. Los asistentes, muchos de ellos de otros países, migrantes o nacidos en el seno de familias que migraron, escuchaban con atención las indicaciones de las responsables de Caminando Fronteras.

Una vez finalizada la exposición, María González, responsable del eje de derecho a la vida de Caminando Fronteras, mostró varias diapositivas del ‘Informe monitoreo Derecho a la Vida 2023’. En una de ellas, señaló el número de víctimas del mar durante el pasado año en cada una de las cuatro rutas del Mediterráneo Occidental: la canaria (6.007), la argelina (434), la del estrecho (147) y la de Alborán (30). Y es que, desde el inicio del taller, indicó que «a pesar del gran número de víctimas en la ruta canaria, ésta está mucho más visibilizada y estudiada que la de Argelia».

Quintana se mostró satisfecha con el transcurso de la jornada: «Ha ido muy bien, a pesar de que es un tema muy duro, tanto para hablar de ello como para escuchar, ya que afecta directamente a la realidad de muchas personas. Es un tema que deja una marca emocional, que puede ser difícil de gestionar, pero creemos que es igualmente importante hacer esta labor».

El taller, que duró aproxidamente una hora, se celebró coincidiendo con la presentación, pocas horas más tarde del libro de la fundadora y directora de Caminando Fronteras, Helena Maleno: ‘Mujer de frontera’. Finalmente, la jornada contó con la presencia de Beatriz de Astorza, en representación del Fons Pitiús de Cooperació.