Las Pitiusas registraron 61 suicidios entre 2018 y 2021, la mayoría de hombres

Ibiza y Formentera tuvieron la tasa más alta de Balears de personas que se quitaron la vida, con 9,3 por cada 100.000 habitantes, según los datos del Servicio balear de Epidemiología

Dos jóvenes pasan ante una pintada sobre el suicidio, en una imagen de archivo.

Dos jóvenes pasan ante una pintada sobre el suicidio, en una imagen de archivo. / DI

europa press

Balears contabilizó 344 suicidios entre 2018 y 2021, la mayoría de los cuales se dieron en hombres. El más joven tenía 11 años. Así se desprende de datos del Servicio balear de Epidemiología, que detallan que, en el mencionado periodo, 263 de las personas que se suicidaron eran hombres y 81, mujeres. Por islas, en Mallorca fueron 194 hombres y 62 mujeres; en Menorca, 18 hombres y nueve mujeres, y en las Pitiusas 51 hombres y diez mujeres.

La tasa bruta de suicidios en Balears se estableció en 7,3 por cada 100.000 habitantes en 2021, ligeramente por encima de la de 2020 (7,2) pero casi un punto por debajo de la de 2019 (8,1). En 2018, la tasa fue de seis suicidios por cada 100.000 habitantes.

De otro lado, la tasa de suicidios en población de edad igual o superior a diez años fue, en 2021, de 8,5 por cada 100.000. En 2018 se cifró en 7,2; en 2019, en 9,6, y en 2020 en 7,9. Ibiza y Formentera fueron las islas con la tasa más alta en ambos casos en 2021, del 9,3 en la población general y del 11,1 en la de edad igual o superior a diez años.

Por género, los hombres presentaron la tasa más alta de suicidio por cada 100.000 habitantes de diez años o más, pasando de una media 10,9 en 2018 a 12,7 en 2021, frente al 3,4 y 4,2 de tasa en mujeres, respectivamente.

Teléfono de la Esperanza

Cabe recordar que en España existen recursos de ayuda ante ideaciones suicidas como el Teléfono de la Esperanza (717 003 717, en Balears 971 46 11 12), la línea de atención a la conducta suicida del Ministerio de Sanidad (024), y el 112, que dispone de profesional es de psicología.

Según datos de 2022 proporcionados por el Teléfono de la Esperanza en Balears, del total de llamadas que recibieron (492), el 4,28 por ciento se correspondía con temática suicida (207). En comparación a años anteriores, en 2019 llamaron 40 personas por esta temática; en 2020 fueron 75 personas, y en 2021 fueron 239.

El portavoz y voluntario de la organización en las Islas, Lino Salas, augura, en este sentido, que los datos correspondientes al ejercicio de 2023 incrementarán, una tendencia que, presumiblemente, se mantendrá también a lo largo de este 2024.

Salas avisa de que el aumento de llamadas por temática suicida se observa a partir de 2020, con la llegada de la pandemia, lo que evidencia, «primero, un malestar», y también que el tema de la salud mental estaba «escondido».

Por tanto, para el Teléfono de la Esperanza es una «buena noticia» este aumento de llamadas, porque implica que las personas se atreven ahora a pedir ayuda. «Para pedir ayuda, primero tienes que ser consciente de que estás mal, y cuando se rompe ese aislamiento es una etapa muy importante; pedir ayuda es un paso fundamental», agrega el voluntario.

Cabe recordar que el Teléfono de la Esperanza es un servicio anónimo que está disponible las 24 horas del día, algo muy importante para Salas porque, según afirma, el número de llamadas aumenta especialmente en la franja de 21 a 3 horas. «El ruido del día provoca distracciones y cuando llega el silencio es cuando la gente se para a pensar», reflexiona el portavoz.

Al respecto, desde la organización advierten que el suicidio se ha convertido en un asunto de salud pública sumamente urgente de afrontar con un Plan Estatal de Prevención de la Conducta Suicida.

En este sentido, Salas reconoce que las Islas tienen recursos y medios para la atención inmediata. Por ejemplo, desde el Teléfono pueden derivar a pacientes con ideación suicida a Son Espases, donde hay un equipo de urgencias que atiende directamente a estas personas y las ayudas.

«Faltan medios»

Sin embargo, según considera la organización, faltan medios para el acompañamiento del paciente. «La ayuda inmediata se les da, pero falta cómo hacer un acompañamiento o cómo se les da tratamiento», insiste el portavoz.

Por todo ello, el Teléfono de la Esperanza reclama al Estado la implantación de un Plan de Prevención de la Conducta Suicida que esté dotado de los recursos necesarios. «Si no se hace una inversión, nos va a salir caro», finaliza Salas