Sanidad

Crean un sistema para detectar el alzhéimer en la retina

El ingeniero Xulio González trata de patentar un sistema con IA que escruta de forma precoz esta enfermedad en el fondo del ojo

Recreación artística del sistema.

Recreación artística del sistema. / Teaxul/Omanxus

Rafa López

Poder detectar el alzhéimer antes de que se manifiesten sus síntomas es uno de los santos griales de la ciencia médica actual. Numerosos laboratorios tratan de encontrar biomarcadores para diagnosticar de forma precoz esta enfermedad y poder aplicar tratamientos para hacer más lento su avance. Ahora, un investigador afincado desde hace décadas en Vigo, Xulio César González, y su equipo de I+D, tratan de patentar un dispositivo basado en inteligencia artificial (IA) que detecta el alzhéimer en la retina.

No es invasivo y es mucho más rápido y fácil que otros procesos”, explica a Faro de Vigo, del mismo grupo editorial, Xulio González, autor de una treintena de patentes e inventor, entre otros dispositivos, de básculas para buques de pesca y de un premiado sistema para eliminar el parásito anisakis del pesado eviscerado a bordo.

La crisis de algunas industrias pesqueras hizo que este inquieto ingeniero e inventor de origen asturiano se tuviese que reinventar, valga la redundancia. Mantiene el nombre de su antigua empresa, Teaxul, y es presidente e investigador principal de Omanxus, Tecnologías del Conocimiento Aplicado, SL. En esta firma trabaja mano a mano con su hija, Ana González, ingeniera informática, y con investigadores con base en Vigo, Santiago y Sevilla.

En busca del alzhéimer temprano en la retina.

En busca del alzhéimer temprano en la retina. / Rafa López

“Desarrollo revolucionario”

Sin abandonar la innovación en ingeniería naval, González se ha adentrado en el campo médico. Ha creado un sistema de telemedicina para barcos basado en la IA y ha logrado “un desarrollo revolucionario” y “un gran avance en la lucha contra el alzhéimer”, subraya. El llamado dispositivo XUL-IA –acrónimo de Xulio e inteligencia artificial– emplea “algoritmos de inteligencia artificial avanzados para analizar los movimientos oculares y realizar tomografías de retina”, explica. Fue desarrollado por Xulio César González y su equipo de I+D “en colaboración con centros médicos de renombre”, asegura.

Además de la IA, el dispositivo XUL-IA utiliza una tecnología oftalmológica ya disponible, la tomografía de coherencia óptica (OCT). Se trata de un estudio de imágenes no invasivo que emplea ondas de luz para obtener imágenes en corte transversal de la retina. “La innovadora tecnología del XUL-IA analiza en detalle el fondo del ojo para identificar diferencias sutiles en la retina entre individuos sanos y aquellos en las etapas tempranas del alzhéimer –explica Xulio González–. Este enfoque no solo es vanguardista sino también no invasivo, lo que representa un avance significativo en la comodidad y accesibilidad del diagnóstico”, destaca.

Para entrenar este sistema se realizaron pruebas a más de 4.000 personas sanas, de las que se tomaron muestras de las secciones transversales con las diferentes capas de la retina diferenciadas según su reflectividad. También se hicieron pruebas con personas afectadas por la enfermedad de Alzheimer, ya con problemas cognitivos y conductuales.

¿Y qué diferencia la retina de una persona en estadios muy iniciales e indetectables de alzhéimer de la retina de una persona sana? González prefiere no entrar en detalles mientras no se certifique la patente. No quiere dar pistas a posibles competidores. “Cualquier dato con el que des un poco de idea... Hay mucha gente preparada encima de esto”, advierte.

Tras superar las pruebas preliminares en humanos, el XUL-IA está actualmente en proceso de obtener la aprobación regulatoria, algo muy complejo al tratarse de un dispositivo médico. En la Unión Europea, los llamados “organismos notificados” son los responsables de certificar este tipo de dispositivos, incluyendo aquellos basados en tecnologías de inteligencia artificial.

Xulio González dice que se está encontrando muchas trabas para homologarlo. “Estamos llenos de esperanza, creemos firmemente que esta tecnología transformará radicalmente el diagnóstico y seguimiento del alzhéimer –subraya–. Esto no solo ofrece una esperanza para mejorar la calidad de vida de los afectados y sus familias, sino que también sirve como herramienta fundamental para la planificación efectiva del tratamiento y el manejo de la enfermedad”, defiende.

Un 'Da Vinci' que solo duerme dos horas al día

Se dice que Leonardo da Vinci (1452-1519) solo dormía dos horas por la noche, aunque lo compensaba con pequeñas siestas durante el día. Thomas Edison (1847-1931), que dormía tres o cuatro horas, consideraba el sueño una pérdida de tiempo, “una herencia de nuestros días en las cavernas”. Xulio César González comparte con ambos su condición de inventor y su escaso apego por las sábanas: duerme solo dos horas al día. “Es de metabolismo y de nacimiento –explica–. Nací sonámbulo y a los 8 años dejé de dormir, una cosa rarísima. Me vieron médicos y no supieron decirme lo que me pasaba. Me levantaba y hacía cosas. Mi vida cambió”. No lo considera una maldición, sino “una ventaja: estudio por las noches y así me actualizo; trabajo por el día”, asegura. Los escasos sueños que tiene durmiendo los compensa con los que le surgen despierto: su cabeza no para con ideas e innovaciones. De niño recogía piezas desechadas para construir motos y coches. Después empezó a “crear cosas que no existían”, como cuenta en su biografía en YouTube.

“No me gusta hacer algo que esté en la calle para competir, tiene que ser algo distinto”, precisa.Uno de esos inventos es un sistema de telemedicina para buques basado en IA. El paciente embarcado habla con una especie de médico de cabecera virtual, un avatar que puede evaluar imágenes de una lesión y, si es algo complicado o grave, conecta con un especialista. Xulio González estuvo a punto de dejarlo todo cuando perdió a su hijo. “Fue muy fuerte, pero estoy aquí luchando y con la cabeza en su sitio. Tengo una actividad como hace 30 años. El mayor invento es inventarse a uno mismo”, sostiene.

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