Entrevista

“Un 73 por ciento de las familias numerosas llegan mal a fin de mes”

“Lo que pedimos es no tener que pagar más por tener más hijos”

José Manuel Trigo.

José Manuel Trigo. / FDV

Rafa López

En España hay unas 800.000 familias numerosas; de ellas, 27.000 en Galicia. La sustitución del término por el de “familias con mayores necesidades de apoyo a la crianza” ha puesto en guardia a este colectivo contra la llamada “ley Belarra”. El presidente de la Federación Española de Familias NumerosasJosé Manuel Trigo (Vigo, 1959), acaba de pulsar la opinión de las organizaciones territoriales que integran esta federación, con 80 oficinas por toda España. Mañana, martes, se reunirá con el ministro de Asuntos Sociales, Pablo Bustinduy, el primer ministro del ramo, dice, que les atiende desde los tiempos de Aznar. “Es una buena señal que nos reciba. Parece que hay ánimo de diálogo”, destaca.

¿Qué opinan de la nueva ley?

Las familias numerosas estaban prevenidas por el proyecto de ley que sacaron el año pasado, antes de las elecciones. Hay un rechazo general, si bien es cierto que hace dos días [por el miércoles pasado] nos llegó el anteproyecto de ley y han cambiado algunas cosas. El único rechazo que hay ahora mismo, lo que nadie quiere, es que cambien el nombre o quiten el título de Familia Numerosa.

¿La desaparición de esa expresión tiene efectos prácticos?

Creo que, en el fondo, sí, pero todavía es muy pronto para decirlo. Había una serie de supuestos que ya no van en el anteproyecto de ley, que eran los 16 tipos de familias diferentes. Esos tipos de familia (monoparental, familia que los progenitores sean LGTBI...), tienen en común una cosa, y es la circunstancia personal de los progenitores. En cambio, las familias numerosas tenemos una única cosa en común: nuestro nombre nos lo pone el número de hijos. Es la diferencia sustancial con otros tipos de familia.

Dicen que las familias numerosas también engloban aquellas en las que los progenitores, por ejemplo, son del mismo sexo.

Claro, y esto ya existe. Ya tenemos asociados de todo tipo de familias. Entendíamos que esos 16 tipos de familias lo único que hacían era señalar a algunos colectivos que estaban ya integrados en la sociedad y de repente les ponían un nombre. Ahora no figura este tipo de familias, pero sí continúa lo de cambiarnos el nombre. Las familias numerosas hacemos un servicio a la sociedad, aportamos capital humano. Para mantener la sociedad hay que tener gente que pague impuestos y regenere el tejido social. La sociedad nos debe un reconocimiento básico, que sería mantener el nombre de familia numerosa.

Denuncian una motivación ideológica.

Claro. Las familias numerosas venimos sufriendo discriminación históricamente. Nuestros hijos van a pagar impuestos, estamos haciendo este servicio a la sociedad y no es que pidamos ayudas, lo que pedimos es no tener que pagar más por tener más hijos. Hay una serie de injusticias sociales que nos afectan directamente a las familias.

¿Como cuáles?

Por ejemplo, el IVA. Cuando se implantó dijeron que era un impuesto de lo más justo que había, porque grababa a la gente que compraba cosas. Pero en las familias numerosas la cesta de la compra se multiplica. Pagamos una gran cantidad de impuestos por el mero hecho de que en nuestra casa tienen que entrar 20, 30 o 40 litros de leche, cuando en una familia normal bastan 10 o 12. El IVA no es nada justo.

¿Y en cuanto a la vivienda?

Una vivienda de protección oficial tiene, como mucho, 90 metros cuadrados. La ley 40 de 2003, que es la ley de protección a la familia que promulgó el gobierno de Aznar, decía que un porcentaje de los pisos de protección oficial tenían que tener mayor superficie para dar servicio a las familias numerosas. Esto no se está cumpliendo. Cuando quieren comprar una vivienda, las familias numerosas se tienen que ir al mercado libre.

Qué es más caro...

Es muchísimo más caro y se pagan más impuestos. En un piso de 90 metros cuadrados va una familia con los dos progenitores y un hijo. Son tres personas, y 30 metros cuadrados para cada uno. Busque una casa para una familia numerosa de cinco, más los progenitores: 7 personas. Necesitas una vivienda de 210 metros cuadrados para que sea el mismo porcentaje de superficie. Sin embargo, tu vivienda se ha considerado de lujo porque es una vivienda grande y pagas unos impuestos multiplicados por 10, o por 20, con respecto a lo que paga una vivienda de protección.

¿Hay un cliché que asimila las familias numerosas a las católicas con un alto poder adquisitivo?

Durante la pasada legislatura, todos los ministros del área de Podemos se hartaron de decir en declaraciones oficiales que éramos una clase privilegiada. Nosotros hacemos encuestas todos los años, abiertas a todas las familias numerosas, sean o no asociadas, y un 73% de las familias manifiestan llegan mal a fin de mes. Eso de que somos una clase privilegiada y que tenemos más dinero no es cierto. El promedio de ingresos de una familia numerosa está en torno a los 2.500 euros mensuales.

¿Qué medidas se aplican en la UE que se podrían adoptar en España?

En toda Europa existe una política de protección a la familia. Hay una prestación por hijo a cargo que existe en todos los países de Europa y que en España no existe ni ha existido. No tenemos política de apoyo a la familia. Necesitamos que las familias que tienen problemas serios para subsistir tengan un apoyo del gobierno, sea la circunstancia que sea la de la familia. Que no tengan hijos, que tengan hijos, que sean familia monoparental... cualquier tipo de familia necesita un apoyo del Estado en circunstancias extremadamente malas.

¿Qué ocurre en España?

Llevamos años confundiendo el apoyo social que tiene que dar la sociedad a familias con problemas serios con la política familiar. Ahora nos cambian el nombre y nos meten en un saco donde hay todo tipo de familias que necesitan un carácter asistencial importante. Dicen: voy a quitar las ayudas a estas familias numerosas y se las voy a dar a esta gente que las necesita. Cuando los problemas de las familias numerosas son la compra del día a día, el pago de la vivienda, los coches (que son grandes, tienen más emisiones y por tanto pagamos más) o el precio del metro cúbico del agua: nosotros pagamos el doble que el vecino de al lado que vive solo y riega el jardín, mientras que mis hijos se duchan con el cronómetro puesto. Son problemas muy diferentes a los de otros tipos de familia. Por ejemplo, una familia monoparental quizá necesite un apoyo extra en temas de conciliación. Por eso no entendemos que se nos meta en un mismo saco y que se nos cambie el nombre.

¿Puede citar algún aspecto positivo de la nueva ley, o algo que se haya mejorado respecto al anteproyecto de la llamada “ley Belarra”?

A principios de este mes hice unas declaraciones a “El Debate” en función de la ley Belarra. Desde el ministerio se nos dijo que querían aprobar la norma en esta legislatura, y que como base iban a recoger la ley anterior. Esto nos puso en guardia. Empezamos a recabar firmas de las familias, a emitir notas de prensa y a movilizarnos todas las asociaciones. El anteproyecto nos ha llegado antes de ayer [por el miércoles pasado] y hemos visto que han cambiado sustancialmente una serie de cosas.

¿Qué aspectos han cambiado?

La ley Belarra la hemos negociado con el ministerio. En las familias numerosas hay categoría general y categoría especial. La categoría general son dos hijos si cualquiera de los progenitores es viudo, o si hay algún niño o padres con discapacidad. Y luego la familia numerosa de pleno derecho tiene tres hijos como mínimo. La categoría especial se da a partir de cinco hijos. Ahora es muy difícil encontrar una familia que tenga más de cuatro hijos. Sería lógico y de justicia que la categoría especial bajase el listón a cuatro hijos. Es algo que llevamos reclamando años, y nos dijeron que les parece muy bien. Ya iba en la ley anterior. Y luego está el tema de los divorcios.

¿Cómo influyen los divorcios a las familias numerosas?

Hay familias numerosas en las que también se divorcian los progenitores. Y entonces surge un problema: el carné de familia numerosa es solo uno, pero de repente el padre se va por un lado y la madre por otro. Si la custodia es compartida, el título de familia numerosa deberían tenerlo ambos progenitores. Se daba una casuística muy extraña, había autonomías que les daban un año el título a la madre y el otro año al padre, o al progenitor uno o al progenitor dos. Y esto era tremendamente injusto. Por ejemplo, en la universidad tenían un descuento para familias numerosas un año sí y otro no. No tenía sentido. Esto lo corrige la ley.

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