Estudio arqueológico

Hallado el rastro más antiguo de los humanos en Europa: unas herramientas de 1,4 millones de años

El impacto de rayos cósmicos sobre piedras prehistóricas desvela los primeros pasos de nuestra especie en el continente

A la izquierda, herramienta de piedra hallada en el yacimiento de Korolevo. A la derecha, un arqueólogo explorando el terreno.

A la izquierda, herramienta de piedra hallada en el yacimiento de Korolevo. A la derecha, un arqueólogo explorando el terreno. / ROMAN GARBA

Valentina Raffio

Los primeros homínidos aparecieron hace entre seis y siete millones de años en el continente africano. Con el tiempo, estos ejemplares de primates que, a diferencia de sus predecesores ya andaban erguidos y sobre dos piernas, empezaron a expandirse por el globo y, eventualmente, llegaron a tierras europeas. Se cree que esto ocurrió entre uno y dos millones de años atrás. ¿Pero cómo fue su llegada? ¿Cómo fue su viaje por estos lares? ¿Y, sobre todo, dónde dejaron rastro de su presencia? Según desvela un estudio publicado este miércoles en la revista científica 'Nature', el estudio de unos artefactos hallados en un yacimiento arqueológico ucraniano desvela la prueba más antigua jamás hallada hasta ahora de la presencia de humanos en Europa y da algunas pistas sobre sus movimientos migratorios. 

Los protagonistas de esta historia son un conjunto de artefactos de piedra hallados en los años setenta en el yacimiento arqueológico de Korolevo, al oeste de Ucrania. Hace tiempo que la comunidad científica estudia este lugar como uno de los sitios paleolíticos más antiguos del continente europeo pero, hasta ahora, no se había conseguido determinar con precisión a qué fechas perteneció. Pero ahora, un equipo de arqueólogos liderado por Roman Garba, de la Academia Checa de Ciencias, ha analizado los restos hallados en este yacimiento con técnicas avanzadas y ha conseguido, por fin, situarlo en el calendario y darle un sentido

Análisis prehistóricos con radiación cósmica

El análisis consistió en estudiar ni más ni menos que la exposición de estas herramientas rocosas a la radiación cósmica. Esta técnica, muy utilizada en el ámbito de la geología y que está empezando a abrirse camino en otros ámbitos, permite estudiar la desintegración de ciertos isótopos radiactivos (conocidos como nucleidos cosmogénicos) que se forman cuando los rayos cósmicos interactúan, por ejemplo, con materiales presentes en la atmósfera o la superficie de la Tierra. Y dado que este fenómeno ocurre de forma constante y predecible a lo largo del tiempo, el análisis de esta descomposición permite averiguar cuándo fue la última vez que una roca, por ejemplo, fue expuesta a la luz solar.

Y fue así cómo el estudio de estos artefactos rocosos del Paleolíticos, enterrados en su día y descubiertos allá por los setenta, permitió fecharlos unos 1,4 millones de años atrás. Según explican los expertos, se trata de "la evidencia más antigua datada de la presencia de homínidos en Europa". Hasta ahora, este podio se debatía entre los yacimientos españoles de Atapuerca, donde se hallaron restos de entre 1,1 y 1,2 millones de años, y la cueva francesa de Vallonnet, donde se encontraron artefactos de aproximadamente las mismas fechas. El hallazgo en el yacimiento ucraniano, pues, añade una pieza más a este fascinante puzzle de las primeras migraciones humanas en tierras europeas. 

Los autores de este análisis afirman que, probablemente, el sitio arqueológico de Korolevo fue ocupado por homínidos en algún momento hace entre 1,2 y 1,8 millones de años, mientras las primeras poblaciones deambulaban entre el Cáucaso y el sudoeste de Europa. En este sentido, se cree que los primeros europeos aprovecharon los periodos interglaciales más cálidos para colonizar zonas situadas a latitudes más altas que en otros momentos hubieran sido inaccesibles. Los expertos también afirman que este hallazgo respalda la hipótesis de que la llegada de los primeros europeos empezó en el este del continente y poco a poco se fue expandiendo hacia el oeste. 

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