Fenómeno social

El boxeo explosiona entre adolescentes: "Los chicos que entrenan se han quintuplicado en un año"

Fuentes de distintos gimnasios apuntan a que en "el último año se ha quintuplicado el número de chavales" que practican boxeo, kick boxing o cualquier disciplina de contacto

Adolescentes practican en un gimnasio catalán.

Adolescentes practican en un gimnasio catalán. / Ferran Nadeu

Javier Peña Giner

Joan y sus amigos quedan los viernes por la tarde en un parque de Barcelona y, de la misma forma que antes jugaban a fútbol o se ponían a rapear, ahora se ajustan los guantes de boxeo e improvisan combates con normas muy estrictas. Juego limpio. Nada de idas de la olla. Obligatorio llevar bucales. "Es cierto que el boxeo se ha puesto de moda, pero también lo es que atrapa porque te obliga a mantener la concentración y la tensión todo el rato", dice Joan, de 17 años. Él no entrena en ningún gimnasio, pero sí se ha convertido en una especie de notario accidental de la explosión de este deporte, tradicionalmente denostado, entre los adolescentes. De su grupo de amigos, casi un tercio se han puesto a entrenar en los últimos tres años.

A su colega Alejandro le gusta, dice, porque "tiene nervio" y "porque te hace ganar confianza". "También te ayuda a tonificar y a mejorar la forma física y los reflejos -añade-. Es una práctica muy completa y alejada de esa idea de deporte agresivo que yo también tenía al principio". Guillem añade que a él le "engancha" porque siempre hay margen de mejora y porque te proporciona "nociones de autodefensa" que "nada tiene que ver con ir buscando pelea". Los tres, por cierto, vinculan este 'boom' con la fiebre por los deportes de contacto que bulle en internet y redes sociales.

Cinco veces más

A pie de gimnasio, los datos de esta explosión son incontestables. Y no solo entre los chicos. La llama ha prendido también entre las adolescentes y en todas las franjas de edad. Ahí van unos datos. Fuentes de distintos gimnasios apuntan a que en "el último año se ha quintuplicado el número de chavales" que practican boxeo, kick boxing o cualquier disciplina de contacto. La afluencia de las chicas, por su parte, también se ha triplicado. La fiebre, además, se deja notar en la punta del iceberg: las licencias que imparte la federación española. De 2021 a 2022, último año en el que hay datos, el número de federados se ha quintuplicado entre los chicos de 11 a 14 años (de 45 a 234); se ha triplicado entre los de 15 y 16 (de 81 a 215) y se ha más que duplicado entre los de 17 y 18 (de 103 a 247). Las licencias femeninas también han aumentado el 50% entre 2017 y 2022.

Adolescentes practican deportes de contacto.

Adolescentes practican deportes de contacto. / Ferran Nadeu

¿A qué se debe entonces este implacable avance del boxeo? ¿Por fin esta disciplina se ha desligado del fardo de estigmas que la han acompañado? ¿Se trata de la última moda importada por 'influencers' y magnates de Silicon Valley como Elon Musk y Mark Zuckerberg, que este verano estuvieron a tres tuits de liarse a puñetazo limpio en el Coliseo de Roma? ¿O acaso en este auge tiene algo que ver el rearme de la masculinidad tradicional que se está viviendo entre los más jóvenes, tal como acreditan estudios como el 'Barómetro Juventud y Género 2023'?

Para Julián González, entrenador en el gimnasio Fitness Prat, de El Prat de Llobregat, está claro que si el boxeo está resurgiendo de una forma "nunca vista" es porque está habiendo "un cambio social muy grande". "Antiguamente se relacionaba este deporte con gente de clase baja o marginal. Ahora, en cambio, se ha convertido en una práctica para gente joven de todo tipo, hemos evolucionado mucho", reivindica.

El poder de los 'influencers'

Es indudable que uno de los factores más importantes para entender este crecimiento entre los más jóvenes ha sido la aparición de los 'influencers'. Paradigmático es el caso de Ibai Llanosque ha conseguido, a través del evento de boxeo 'La Velada', generar una expectación nunca vista alrededor de este deporte. "Es una de las grandes razones de este auge. La gente de la vieja guardia piensa que eso no es boxeo, pero nos ha venido bien porque de alguna forma este deporte se estaba convirtiendo en un gueto", afirma González. "Yo lo veo como un 'show' que nos ha dado mucha visibilidad. Gracias a ellos nos encontramos ahora en una nueva era", añade.

Adolescentes entrenan en un gimnasio catalán.

Adolescentes entrenan en un gimnasio catalán. / Ferran Nadeu

Una lectura muy parecida comparte Jesús Buendía, entrenador y responsable de comunicación de la Federación Española de Boxeo: "Ahora nos encontramos con un perfil de joven deportista que en muchos casos viene a probar influido por las redes y los 'influencers'. Líderes de opinión como ellos nos hacen bien porque de alguna forma nos benefician", esgrime.

Pandemia y salud mental

Como en tantos otros campos, también hay consenso en que la pandemia marcó un antes y un después para el boxeo. El primer impacto fue demodelor: se convirtió en uno de los deportes más damnificados en ese momento, ya que las mascarillas, la distancia y los espacios cerrados cortaron las alas a la práctica de los deportes de contacto: "El covid fue muy duro para nosotros, lo dificultó mucho todo", recuerda Buendía.

Pese a ello, la vuelta a la normalidad provocó un efecto rebote que se tradujo en un nuevo récord de inscripciones en los gimnasios y el boxeo se convirtió en un socorrido remedio para quienes buscaban una nueva motivación o vía de escape como cortafuegos ante los problemas de salud mental que los adolescentes han sufrido con especial saña: "El covid nos ha acercado tanto al miedo que ha hecho que nos lo quitemos a golpes", apunta el entrenador. A través de su tipología de entrenamiento, es indudable que el boxeo aporta una gran suma de beneficios: "El contacto ayuda a calmarte, a sentirte seguro. Aporta disciplina, valores, seguridad y agilidad, ayudando además a socializar", ratifica Julián González.

Masculinidad tradicional

Ninguno de los adolecentes preguntados vincula el 'boom' entre chicos de su edad a un supuesto regreso de la llamada masculinidad tradicional. "Yo veo más toxicidad y rabia en el fútbol que en el boxeo, que al fin y al cabo, al igual que en las artes marciales, infunde disciplina y respeto hacia el otro", añade Joan, que habla con conocimiento de causa: es jugador de fútbol base.  

Para Marcos Castro, profesor de educación física en secundaria y miembro de la asociación Homes en Diàleg, es indudable que el 'hype' [entusiamo] que ahora mismo genera el boxeo es fruto de toda la corte de influencers que lo han convertido en su deporte de cabecera, del hecho de que se trata de una "práctica con muchos beneficios para la salud" y –también– de que "tiene un componente tradicional, el dar golpes, que también atrapa a un perfil de chicos muy vinculados a la masculinidad tradicional".

El profesor, además, apunta a que el auge del boxeo en las chicas ha provocado que algunos jóvenes se sirvan de este deporte como forma de acercarse a ellas. "El patriarcado y la masculinidad tradicional –añade– se adaptan a los nuevos tiempos buscando siempre caladeros para ligar".

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