Un chef explica cuáles son los entrantes que "nunca" pediría en un restaurante

Consejos sobre cuáles valen la pena y cuáles debes omitir

Comida en un restaurante

Comida en un restaurante / Pixabay

Llegamos a un restaurante, pedimos la carta y lo que más nos llama la atención es la variedad de entrantes que ofrece, más que platos principales. Entonces empezamos a salivar y en lo único que pensamos es en pedir de primero un poco de todo, porque todos esos aperitivos parecen realmente apetitosos: croquetas, pimientos de padrón, una tabla de quesos...

Con tantas opciones de aperitivo que hay en la carta... ¿Cuáles debemos pedir y cuáles no?

La edición británica de The Huffington Post ha hablado con algunos chefs para que opinen de qué aperitivos nunca pedirían en un restaurante y por qué.

Uno de estos cocineros asegura que jamás pediría una tabla de quesos o embutidos, ya que es un plato que podría elaborar fácilmente en su casa, por ello se decantaría por un primer plato elaborado que en casa no suelas cocinar.

El queso

Una experta en estudios alimentarios, Mary Kiernan, añade que nunca pagaría fuera de casa por unos fingers de queso o cualquier aperitivo parecido porque el precio de la carta es muchísimo más alto que lo que cuesta la materia prima, por lo que es una forma muy sencilla de tirar el dinero.

Otro chef asegura que nunca pediría calamares fritos a no ser que tuviese la certeza de que son frescos, ya que la mayoría de los restaurantes los compran congelados y, por tanto, la única diferencia entre ellos es la calidad del rebozado, no el producto estrella, que debería ser el calamar.

¿Cuál es el mejor día para ir a un restaurante?

Anthony Bourdain fue un jefe de cocina, presentador de televisión y escritor estadounidense que se hizo mundialmente famoso tras publicar el libro 'Confesiones de un chef'.

En él ofrece algunos consejos a la hora de ir a un restaurante.

Por ejemplo, el mejor día para comer fuera de casa es el martes, porque suele ser el día en el que llega el producto fresco y porque muchos cocineros libran los lunes y dejan en los fogones a subalternos.

También aconseja no pedir la carne muy hecha, ya que en algunos establecimientos guardan las piezas más duras para los "ignorantes" que solicitan mucha cocción, ya que de esta forma se disfraza que esté dura.