Cirugía plástica

Doce años del escándalo de las prótesis mamarias PIP: "Era más que estética, acabó siendo un drama"

La abogada francesa Nathalie Lozano Blanco, directora de la firma legal internacional Merci, pionera en darle al caso trascendencia mundial, hace balance del escándalo médico más sonado de la última década

La firma estima que 400.000 mujeres fueron víctimas de prótesis mamarias defectuosas de la marca francesa PIP en todo el mundo

Prótesis mamarias de silicona en un edificio abandonado de empresa PIP, en La Seyne-sur-Mer (Francia), en una imagen de 2012.

Prótesis mamarias de silicona en un edificio abandonado de empresa PIP, en La Seyne-sur-Mer (Francia), en una imagen de 2012. / EFE

Nieves Salinas

En 2010 estalló el escándalo de las prótesis mamarias francesas de la marca PIP (Poly Implant Prothese) que habían sido implantadas a aproximadamente 400.000 mujeres de todo el mundo, incluidas cerca de 18.000 españolas. Doce años después, desde Bogotá (Colombia), la abogada Nathalie Lozano Blanco, directora de la firma legal internacional Merci, pionera en darle al caso trascendencia mundial, hace balance para El Periódico de España, del grupo Prensa Ibérica, del que fue el suceso más importante de la última década en torno a dispositivos médicos en Europa.

La marca PIP, fundada en 1991 en la Costa Azul francesa, cerca de Tolón, llegó a ser el cuarto fabricante mundial de implantes mamarios. En marzo de 2010, una inspección a la planta de producción donde se fabricaban las prótesis, adelantada por la agencia francesa Afssaps (la actual ANSM, encargada de vigilancia de medicamentos y productos de la salud en Francia), puso al descubierto que la mayoría habían sido rellenadas con un gel de fabricación casera, no apto para uso humano, que costaba una décima parte de lo que costaba el gel Nusil, el único autorizado para tal uso.

Es la reconstrucción de la historia que hacen desde la firma a la que pertenece Lozano Blanco, que representa alrededor de 13.000 víctimas de más de 40 países, de un escándalo mayúsculo que para muchas mujeres supuso un drama del que todavía hoy arrastran secuelas. La abogada de la firma Merci People's Law Firm (antes Lozano Blanco & Asociados), con despacho en Estados Unidos y Colombia, ha estado presente en todo el proceso desde el principio.

Prótesis defectuosas

"Cuando estalló el escándalo comenzaron a presentarse unas pocas demandas individuales en Tolón (Francia), contra el fabricante, pero este rápido entró en insolvencia y no había manera de reparar a las mujeres. Se empezó a investigar y lo que se vio es que el fabricante había sido fraudulento, pero el fraude fue posible porque la empresa que certificaba los procesos de calidad (la alemana TÜV Rheinland) fue muy negligente. Si ellos hubieran hecho su trabajo, el fabricante no hubiera podido llegar a ese nivel de responsabilidad", relata la letrada.

En 2011, poco tiempo después de estallar el escándalo, la empresa PIP, fabricante de las prótesis, se declaró en quiebra y cesó su actividad

En nuestro país, en aquel 2010, la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) emitió una nota de seguridad sobre los implantes mamarios, en donde comunicó la suspensión de PIP en el mercado. En el año 2011, poco tiempo después de estallar el escándalo, la empresa Poly Implant Prothèse, fabricante de las prótesis, se declaró en quiebra y cesó su actividad.

Víctimas francesas

En el año 2013 se presentó ante el Tribunal de Comercio de Toulon una demanda a nombre de 40 víctimas francesas contra esa empresa alemana que auditó el sistema de calidad de dichos implantes y les otorgó el sello CE nueve años consecutivos, por fallas graves en el cumplimiento de sus responsabilidades fundamentales. La demanda cobró trascendencia mundial cuando Merci, especializada en litigios colectivos, sumó 1.500 mujeres a ese primer grupo de demandantes.

Venezuela, Brasil, Colombia y Argentina ocuparon más del 58% de las exportaciones de PIP en el 2007 y el 50% en el 2009

"Se llamó a juicio a la empresa alemana, que es una multinacional muy importante. El proceso se empezó a llevar en Tolón y así ha seguido", recuerda la abogada. Las primeras víctimas a las que representó su firma eran mujeres colombianas. Venezuela, Brasil, Colombia y Argentina ocuparon más del 58% de las exportaciones de PIP en el 2007 y el 50% en el 2009. "Lo que hicimos fue conformar un grupo grande de 1.500 mujeres, vencimos las discusiones sobre la jurisdicción y conseguimos que las indemnizaran. Eso fue en 2013", continúa.

13.000 víctimas

Desde ese momento, otros grupos de mujeres presentaron demandas. Merci representó a 13.000 víctimas. En todos los procesos los tribunales franceses fallaron a favor de las demandantes y en contra de TÜV Rheinland y, cada representada admitida, obtuvo un pago inicial de alrededor de 3.000 euros. "Todas han logrado una indemnización, no completa, porque el proceso sigue, pero al menos lo mínimo que han recibido son 3.000 euros y algunas (indemnizaciones) adicionales según el nivel de afectación. En Francia ya pasamos por todas las instancias, incluida la Corte de Casación en París, que han confirmado la responsabilidad de la empresa".

La abogada recuerda como dolorosos los casos de "mujeres que antes tuvieron cáncer y, en el proceso de reconstrucción de la mama, usaron estas prótesis"

La Justicia francesa ratificó la responsabilidad de las empresas certificadoras y reconoció indemnizaciones para las afectadas en todo el mundo por un sistema de control que no funcionó correctamente. De entre todos los casos, Nathalie Lozano Blanco recuerda algunos especialmente dolorosos.

"Mujeres que antes tuvieron cáncer y, en el proceso de reconstrucción de la mama, usaron estas prótesis. Después se las tenían que cambiar y no tenían el dinero, lo que suponía una mayor preocupación añadida a las complicaciones de la quimio u operaciones. Era más que estética. Acabó siendo un drama. También todas las mujeres a las que se les rompió y no contaban con dinero para retirársela y arrastran problemas crónicos de salud. Fue muy duro", relata.

El primer caso en Colombia

La abogada vuelve al primer caso que representaron en Colombia. "Una mujer joven que llegó a la oficina y dijo que tenía un estrés muy grande porque cuando iba en el transporte público tenía miedo a que se le explotara la prótesis y no tenía dinero para acudir a un médico", rememora Lozano que, además, se queja del "machismo" al que tuvo que enfrentarse en los tribunales. "Fue un reto muy grande", asevera.

En febrero de 2023 la Corte de Apelación de Aix-en-Provence emitió un fallo que indica que las víctimas admitidas en el caso recibirán indemnizaciones finales de al menos 9.000 euros para mujeres que no hayan sufrido ruptura ni complicaciones adicionales, hasta los 40.000 euros, en función de la gravedad de las afectaciones a la salud de cada caso, explica la abogada.

El proceso está entrando en su fase final. Merci pretende presentar en el próximo trimestre un último grupo de demandantes conformado principalmente por víctimas españolas. De las 18.000 mujeres de nuestro país que fueron implantadas con las prótesis PIP, solo 694 han sido representadas legalmente.

Un caso en el olvido

"Las mujeres españolas se han visto implicadas en un caso que con el tiempo cayó en el olvido y en el que no han tenido la oportunidad de verse legalmente representadas. Ahora, desde Merci People's Law Firm buscamos que obtengan una sentencia justa", afirma la abogada. Hasta el momento, la firma representa a 35 mujeres de nacionalidad española.

Nathalie Lozano Blanco concluye con un mensaje a las mujeres que no se han decidido a llegar a los tribunales. "Les diría, primero, que son víctimas, que no tengan miedo, incluso las que no tienen gran afectación física, la han tenido psicológica por la ansiedad", zanja.