S’Alamera se viste de gala para recibir las Festes de la Terra

El desfile de carros tradicionales que inauguraba por todo lo alto la Trobada d’Artesans i oficis d’Eivissa ahora queda eclipsado con su recorrido por las calles de la Marina. Aunque el cambio ya se introdujo el año pasado, aún abundan los vileros que esperan que la comitiva llegue desde Ignaci Wallis y no desde la avenida de Santa Eulària.

Los siete carros de barana y los dos cabriols que participan este año se adentran por el carrer de ses farmàcies, sin apenas público que les espere a su paso por la Marina. En cambio, al otro extremo de s’Alamera, donde se concentra la muestra de oficios tradicionales, el hormigueo de gente se multiplica poco después de las siete.

Al igual que en la pasada edición, las asociaciones de artesanía acuden a la cita de manera masiva, con más de 70 personas elaborando instrumentos tradicionales, encordando sillas, tejiendo cestos o fent llata con el esparto. No faltan tres de las hermanas de Can Gibert de Sant Jordi, ses Gibertes, toda una institución en la artesanía local.

El legado

Ses Gibertes atraen la atención de numerosos turistas con la delicada pericia y la concentración que exhiben mientras hilan la lana. También se acerca algún niño que confunde el montón de fibra aún sin cardar con una nube de algodón de azúcar. Ellas son algunas de las expertas que trasmiten su maestría en la asociación Eines i Feines, que tiene su sede en la calle Lleó de Vila.

«Somos 40 socios y nos vamos enseñando unos a otros, desde elaborar espardenyes, la ropa tradicional o encordar sillas», apunta la presidenta de Eines i Feines, Antònia Felicó. Tras el verano, esta asociación también impartirá los cursos de esparto que organiza el Consell de Ibiza.

Junto con Joan Bonet, Xicu Rocha es a sus 22 años el único experto que queda en 'cutxilleria' ibicenca

Una de las novedades de este año es Xicu Rocha que, con solo 22 años, garantiza el relevo en la cutxilleria ibicenca, siguiendo la estela de Joan Bonet, el último maestro que quedaba. Además de cutxilles matanceres, la mesa de Rocha está presidida por un espasí, el segundo que forja por encargo.

‘Castellers’ y demonios

A las siete y media, todo el gentío empieza a mirar hacia arriba. Empieza la exhibición de Boixos i Boixes d’Eivissa, la segunda de su breve historia desde su fundación en enero. Se trata de la primera colla castellera de la isla, formada por jóvenes que se iniciaron en esta tradición catalana durante sus estudios universitarios.

Los castells se solapan con la actuación de la colla de Vila, que empieza un cuarto de hora antes de la hora anunciada. En cambio, los demonios de Es Mal Esperits dan inicio a su pasacalles con retraso: primero deben esperar a que pase la procesión de la Virgen peregrina, de camino a la catedral desde la iglesia de Santa Cruz, otra de las novedades de este año.

Finalmente, los diablos pueden desatarse y animan a toda la gente a subir al parque Reina Sofía, donde la velada llegará su broche final de la noche con el Gran Circo Acrobático de la China.

Suscríbete para seguir leyendo