Un año de la reforma del Código Penal

Los delincuentes multirreincidentes no entrarán en prisión hasta 2024

La reforma del Código Penal, que entró en vigor el 28 de agosto de 2022, tardará meses en dar frutos debido a la lentitud de la justicia

Operativo de Mossos contra la delincuencia habitual en Barcelona.

Operativo de Mossos contra la delincuencia habitual en Barcelona. / MOSSOS D'ESQUADRA

Jordi Rovira

La seguridad sigue siendo un problema. Según la última encuesta de servicios municipales de Barcelona, presentado esta semana, un 22,7% de los ciudadanos lo sitúan como su preocupación principal. Y es una percepción que se acentúa en muchas ciudades en verano debido al aumento de hurtos vinculados al mayor número de turistas. Sin embargo, los delincuentes multirreincidentes no empezarán a cumplir penas de prisión hasta 2024. Este próximo agosto se cumplirá un año de la entrada en vigor de la reforma del Código Penal, que busca castigar con más dureza este tipo de hurtos. Sin embargo, la lentitud de la justicia, sumado a nuevos requisitos legales, ha provocado un retraso en la aplicación de la ley.

El 28 de agosto de 2022 entró en vigor la reforma legislativa según la cual los autores reincidentes de hurtos leves, tras tres delitos inferiores a 400 euros, pueden ser sancionados con penas de prisión de entre seis y dieciocho meses. Hasta entonces, se castigaban con una pequeña multa, lo que implicaba que quedaran en libertad, fomentando la reincidencia. Un problema que no es exclusivo de las grandes ciudades. "En Mataró nos afecta mucho, por eso fuimos proactivos en la modificación legislativa en el Congreso de los Diputados", recuerda Núria Moreno, abogada y actual concejal de Seguridad de la capital del Maresme. Desde su ayuntamiento, junto a asociaciones de abogados y Foment del Treball, presionaron para reformar la ley. 

"Teniendo en cuenta la lentitud del sistema, muchos delitos todavía no han llegado a juicio"

Sin embargo, tras casi un año después de su entrada en vigor, no se observan cambios. "Fue una muy buena noticia, pero de momento no hemos notado nada. Todo sigue igual", admite Toni Castejón, portavoz del sindicato de Mossos d’Esquadra. En febrero, los datos del Pla Tremall, –impulsado desde la policía autonómica para luchar contra la multirreincidencia en Barcelona– lo dejaban claro. Solo en la capital catalana, en 2022 identificaron a 283 ladrones multirreincidentes que sumaron 2.270 detenciones por 5.602 robos violentos y hurtos. De estos, cinco acumulaban 117 arrestos. Sin embargo, más del 97% quedaron en libertad. 

Y este año la cosa no mejora: durante los primeros seis meses de 2023, en Barcelona se han detectado 315 delincuentes multirreincidentes, de los que 269 han sido detenidos un total de 1.629 veces. Se les han imputado 4.065 delitos. En este grupo figuran los cinco multireincidentes considerados más activos: han sido detenidos 112 veces y acumulan 203 antecedentes.

Una realidad que se repite en todas las ciudades. "Siempre son los mismos", asegura Moreno. Una falta de resultados a la que se suma el silencio político. Desde los ministerios de Interior y Justicia evitan hacer declaraciones porque aseguran no disponer de información sobre la ejecución de la reforma. Un desconocimiento que también admiten desde los Mossos. "No tenemos constancia del estadio en que se encuentran los jueces", afirma Castejón. 

Y la respuesta la tienen, efectivamente, los magistrados. "Todavía no se pueden apreciar los resultados de la reforma", admite Cristina Ferrando, jueza decana de los juzgados de Barcelona. "Se aplica desde el primer día, a pesar de que la forma en que se redactó nos ha dificultado mucho la aplicación", añade.

Y es que la norma exige comprobar que en los tres primeros delitos hay una condena por una cuantía inferior a los 400 euros, lo que implicaba diligencias previas en los juzgados que tramitaron los procedimientos anteriores. Estos debían remitir el testimonio físico de la sentencia donde se recogen los hechos probados. Y si no se recogen, pedir una prueba pericial para confirmar la cuantía. "Esto incluso nos ha obligado a pedir nuevas herramientas informáticas para acceder a esta información", afirma Ferrando. Unas herramientas que tardaron meses en tener a su disposición. Además, se deben tener en cuenta, como detalla Ferrando, todos los trámites del juez instructor antes de llegar al juzgado de lo penal, donde debe dictarse sentencia. 

Primeras sentencias al caer

Según Josep Maria Tamarit, catedrático de Derecho Penal de la UOC, "las nuevas penas son aplicables a hechos cometidos después de su entrada en vigor y, por tanto, teniendo en cuenta la lentitud del sistema, muchos delitos todavía no han llegado a juicio". Un aspecto que confirma Josep Tomàs Salàs, magistrado del juzgado Penal número 22 de Barcelona, con casi cuarenta años de experiencia. "Están en la cola de los juicios rápidos", afirma Salàs, que actualmente está realizando juicios rápidos de delitos que tuvieron lugar hace un año. "Es un tema de lentitud de la justicia, porque hay pocos juzgados de lo penal y pocos recursos dentro de los juzgados que se encargan de los juicios rápidos. Por tanto, todavía no estamos juzgando estos delitos", asegura.

Una situación que se da en toda España, tal como Salàs ha podido comprobar en dos buscadores de sentencias –la base de datos del Consejo General del Poder Judicial y la Aranzadi– donde no ha encontrado ninguna resolución de una audiencia provincial en este sentido. 

"Hay pocos juzgados de lo penal y pocos recursos dentro de los juzgados que se encargan de los juicios rápidos"

Pero están al caer. "Pronto empezarán a darse las primeras sentencias fruto de tener más de tres hurtos. En la provincia de Barcelona, probablemente entre julio y septiembre. Pero tras el juicio vendrá la apelación y hasta que la Audiencia Provincial resuelva los recursos y la sentencia sea firme, pasarán entre seis y diez meses más. Por tanto, probablemente los primeros ingresos en prisión se darán en marzo o abril del próximo año", pronostica Salàs. 

Un escenario que cambia muchas cosas. "La policía ahora tiene un incentivo para intensificar y vigilar a los multirreincidentes", admite Moreno. En Mataró, entre enero y mayo, una prueba piloto con patrullas de los Mossos d’Esquadra y la policía local realizó 3.108 identificaciones preventivas, 74 detenciones y 508 denuncias por tenencia de drogas. "Todas las ciudades están intensificando las acciones y los recursos policiales, conscientes que esto pronto tendrá resultado", afirma Moreno. No obstante, Salàs destaca que los efectos de la reforma se notarán sobre todo en el comercio. "Los hurtos leves, en un 90%, se dan en grandes superficies, centros comerciales y franquicias", apunta. No en vano, las patronales del sector presionaron para esta reforma que el próximo año dejará ver sus efectos. 

"2024 será un año clave. A estas mafias ya no les saldrá gratis. Se tendrán que buscar la vida con otra cosa", asegura Moreno. "Al final las sentencias acabarán llegando y se acabará viendo el resultado", afirma Ferrando. "El tic tac ya está en marcha. La maquinaria es lenta y pesada, pero acaba llegando", concluye Salàs.