¿Conoces cuáles son las enfermedades más habituales en la piel, y cómo afrontarlas?

Determinadas enfermedades de la piel pueden tener un impacto negativo en el día a día del paciente, tanto desde el punto de vista físico (molestias, picores...) como desde el psicológico. Tener acné, diferentes tipos de dermatitis o psoriasis, las enfermedades más comunes de la piel, puede incidir en la autoestima de la persona o, incluso, generar rechazo social por desconocimiento.

Psoriasis: una enfermedad de la piel con muchas variables

La psoriasis es una enfermedad inflamatoria crónica que tiene muchas variables tanto clínicas como evolutivas. Esta dolencia se ocasiona por una multiplicación demasiado rápida de las células de la piel. «Las señales defectuosas que se originan en el sistema inmunológico provocan que la formación de nuevas células epidérmicas se lleve a cabo en días, en lugar de en semanas», apuntan desde la Asociación Española de Dermatología y Venereología (AEDM).

Este crecimiento desmesurado da lugar a las lesiones propias de la psoriasis, provocando la aparición de placas eritematosas (rojas), bien definidas y cubiertas por escamas blancas. Las localizaciones más frecuentes son los codos, rodillas, zona lumbar y cuero cabelludo.

La psoriasis puede aparecer en cualquier persona: es una enfermedad que afecta por igual a hombres y mujeres y, aunque puede aparecer a cualquier edad (desde los primeros meses de vida hasta después de los 80 años), el 75% de los pacientes mayores de 40 años, según indica AEDM. «La experiencia de cada persona respecto a la psoriasis es distinta. Algunas experimentan sólo síntomas leves, con placas y picores ocasionales, mientras que otras sufren síntomas más intensos», informan en su Guía para pacientes con psoriasis.

La Asociación Española de Dermatología y Venereología indica también que los síntomas asociados a las lesiones de psoriasis, como el picor o el escozor, la visibilidad de estas lesiones y su impacto en la relación con los demás, además de otras complicaciones relacionadas con la enfermedad, hacen que las personas con psoriasis estén en mayor riesgo de sufrir problemas psicológicos y sociales.

Dermatitis atópica: sequedad y sensación de picor en la piel

La dermatitis atópica, que se caracteriza por provocar sequedad en la piel y sensación de picor, es la enfermedad inflamatoria crónica de la piel más frecuente en la infancia, aunque también está presente en adolescentes y adultos. Su prevalencia se establece entre el 5-20% en la población general, aunque predomina en niños y adolescentes, donde se sitúa en torno al 15 ó 20%.

«El 60% de los pacientes inician la enfermedad en el transcurso del primer año de vida y hasta el 85% en los primeros 5 años», indican desde la AEDM. La mayoría de quienes sufren dermatitis atópica la superan en la infancia o adolescencia temprana, pero alrededor del 25% continúa teniendo eccema en la edad adulta o experimentan una recaída de los síntomas después de algunos años sin ellos.

La dermatitis atópica no es una enfermedad curable, ya que su involución es espontánea, pero necesariamente tratable. Por ello es esencial acudir a un especialista, que decidirá qué tipo de tratamiento es el más adecuado según el tipo de dermatitis.

Acné: la enfermedad inflamatoria que todos padecemos alguna vez

El acné es una enfermedad inflamatoria de la piel que afecta a las glándulas sebáceas y los folículos pilosos. Se trata del procedimiento dermatológico más frecuente, ya que todas las personas, en mayor o menor medida, la han padecido.

No podemos establecer un único factor, sino que debemos considerar que el acné se deba a la acción conjunta de varios de ellos. Desde la AEDV afirman que la herencia es uno de los factores de la aparición del acné, aunque reconocen que es difícil de valorar ya que se trata de un proceso muy común. «Sin embargo, podemos decir que existe predisposición a padecer formas graves de acné: si los padres han padecido un acné grave pueden padecerlo los hijos».

El factor hormonal es el más importante en la aparición de acné. «Es un hecho incontestable que la enfermedad aparece en periodos de la vida (primeros meses de vida y adolescencia) en que se ponen en marcha las hormonas sexuales masculinas», indican. También en trastornos hormonales ligados a estas hormonas es habitual, incluso en edad adulta, la presencia de acné.

«Aunque es un tema muy debatido parece ser que actualmente son principalmente los lácteos (especialmente los desnatados) y los alimentos con alta carga glucémica, los relacionados con su aparición y/o persistencia», apuntan en la Guía para pacientes con acné de la Asociación Española de Dermatología y Venereología.

La aparición del acné puede provocar «cambios emocionales y alteraciones psicológicas en muchos pacientes», según la AEDV, por lo que aconsejan tener una comunicación abierta y una escucha activa con quien lo padece, especialmente en edad adolescente.

Respecto a los tratamientos para eliminar o suavizar el acné, la AEDV alerta de la gran cantidad de informaciones falsas que circulan por internet. Por ello, la recomendación es visitar a un especialista que dé las pautas adecuadas en cada caso. En general, se aconseja limpiar la zona afectada con agua y jabón y no manipular las lesiones.