Tras más de 15 años vinculado a hoteles de lujo de todo el mundo, David Arraya llegó a Ibiza a principios de año para ponerse al frente de un proyecto que le ilusionó desde el primer momento. Tanto le sedujo que decidió dejar la vida que tenía en México para aterrizar en la isla.

¿Cómo llega a Six Senses Ibiza?

Cuando me contactaron era el peor momento para hacer un cambio profesional, ya que estaba a punto de abrir un hotel en México, cerca de Tulum. Les dije que no podía, pero una vez me convencieron para hablar y entendí el proyecto, vine a conocerlo y me enamoré. No solo del proyecto sino también de la isla y de todo lo que significaba Six Senses Ibiza.

¿Qué fue eso que le atrapó, que le convenció para hacer un cambio tan grande?

Six Senses Ibiza es un proyecto transformador en todos los sentidos, cambia muchas cosas. Por un lado, cambia el ambiente en el norte de la isla, y presenta una oferta diferente: un producto de ultralujo que tiene una mentalidad mucho más informal. Buscamos ese sentimiento de estar en casa y no la opulencia: Six Senses Ibiza es muy inclusivo y no tan exclusivo. Por otro lado, transforma a quienes vienen a interactuar con el hotel: nuestro objetivo es concienciar a la gente de que tenemos que dejar el mundo mejor, y no peor. Que hay que dar más que recibir en todo lo que hacemos.

Hablamos de la sostenibilidad como el eje principal de Six Senses Ibiza, ¿cómo aplican este concepto en el día a día?

Desde el punto de diseño y construcción hubo muchos elementos que tuvimos en cuenta para que fuera un proyecto sostenible: minimizar el uso de aire acondicionado a través de un diseño con flujo de aire, instalación de paneles solares que nos dan casi un 10% de la producción total de electricidad del hotel, tenemos un sistema inteligente de optimización de energía dentro de las habitaciones, y estamos muy focalizados en el reciclaje. En este sentido, tratamos de minimizar el uso de producto dentro de las cocinas, utilizar productos hiperlocales tanto de nuestro propio huerto, que tenemos en Santa Gertrudis, como trabajando con productores de la isla (y, si no, de lo más cerca posible de Ibiza).

Tienen también un fondo de sostenibilidad para apoyar diferentes causas, ¿es su forma de aportar a la comunidad a la que pertenecen?

Destinamos el 0,5% de los ingresos del hotel a proyectos locales sostenibles, ya sea para la limpieza de las playas o del mar, colaboraciones con Ibiza Preservation Fund, rescate y recuperación de erizos... Hemos llegado a crear un efecto circular que conecta los diferentes proyectos. Y esa es la línea en la que tenemos que trabajar y queremos potenciar en el futuro.

¿El cliente es consciente de todos los esfuerzos que invierten en proteger en entorno?

Muy consciente. Six Senses es una de las primeras marcas con enfoque de sostenibilidad que involucra mucho al cliente. En el hotel medimos nuestro impacto ambiental en el día a día con el consumo de agua y electricidad y lo compartimos con nuestros clientes. Les sugerimos acciones para reducir el efecto en el planeta, una visión que choca bastante con el mundo comercial, con la opulencia o el consumir por consumir. Aquí es un poco lo opuesto. Nosotros no apagamos las luces por ahorrar dinero, sino porque sabemos que así el impacto en el planeta es menor. Creemos en ello.

El hotel va a estar abierto prácticamente todo el año, no solo con la oferta de alojamiento sino con actividades como las Cool Season, ¿en qué consisten?

Las Cool Season son una forma de celebrar la isla con un enfoque diferente. Nuestro enfoque en general no es de fiesta, queremos ser también un primer paso de ese cambio, para la diversificación de la oferta en Ibiza. Las Cool Season están focalizadas en el mundo de los retiros, de encontrarse a uno mismo... La misión de la marca de ayudar a que las personas se reconecte con lo que es importante para ellas: a veces con ellas mismas, con la familia, con los amigos o incluso con el mundo que les rodea.

¿Qué tipo de actividades organizan?

Proponemos programas de 3, 5 o 7 días con un enfoque muy específico: desconectar para poder reconectar, a través de los retiros, como el festival ‘Alma’, que celebraremos del 3 al 6 de noviembre. Traemos a gente muy conocida para educar sobre la meditación, la espiritualidad, el mundo del estar presente... Un enfoque que nosotros vivimos los 365 días del año.

El wellness es otro de los pilares fundamentales de Six Senses Ibiza

La palabra wellness es muy amplia. Wellness no quiere decir que puedes salir a correr un maratón. Para nosotros el bienestar es tener una o varias actividades como ser humano que te ayuden a estar presente. Para mí, por ejemplo, jugar una hora de fútbol es el momento, o simplemente desayunar con mis hijos. Nosotros hacemos lo mismo para el cliente, le damos mucha oferta preprogramada para facilitar estos momentos de presencia, pero también les damos mucho espacio para que puedan encontrar sus propias aventuras a través del hotel. Esto lo hacemos para los clientes pero también para los trabajadores del hotel, a los que ofrecemos también clases o programas educativos de meditación, de cuencos tibetanos...

¿Cómo abren la puerta a los residentes en Ibiza para disfrutar del hotel?

Tenemos ofertas para la gente de Ibiza para poder disfrutar. Tenemos un brunch todos los domingos creados realmente para la localidad, un mercado que hacemos una vez al mes con vendedores locales que vienen a mostrar sus productos. Es muy informal, nadie se sentiría fuera de lugar. Tenemos pases diarios para quienes quieran venir a disfrutar del hotel, de algún tratamiento o de alguna de las clases que se ofrecen dentro del gimnasio o simplemente venir a comer. A partir de esta época la gente recuerda por qué está enamorada de la isla. En esta época el hotel es todavía más especial, se puede disfrutar más del motivo por el que se ha creado. En verano, los clientes quieren estar en Ibiza; en temporada baja, quieren estar en Six Senses Ibiza.