Con una rápida búsqueda en internet podemos comprobar que prácticamente todos los expertos en vino recomiendan beber el tinto a una temperatura entre 13 y 18 grados, dependiendo de si son vinos jóvenes, crianza, reserva o gran reserva. En Ibiza en agosto los 18 grados se superan a cualquier hora del día, por lo que servir un vino rioja a temperatura ambiente no es lo ideal.

Sin embargo, parece ser que en un bar de la isla en el que "no están acostumbrados a servir vino", según explicó el encargado a un cliente insatisfecho, la temperatura ambiental en pleno mes de agosto era la idónea para servir una botella de rioja de "24 euros", según concreta el hombre en su reseña en internet sobre el lugar.

"Llegó el camarero, descorcha la botella y sirve las tres copas a media copa cada uno y sin dar a probar", comienza relatando en su comentario. "Dimos por hecho que venía refrigerado a su temperatura idónea, no ambiental ya que hacia un calor horroroso", explica. Pero nada más lejos de la realidad. Era "imbebible", afirma. Al avisar al camarero, éste les dice que hablen con el encargado, continúa narrando. "Llega el encargado y nos trae una cubitera y nos dice, que no están acostumbrados a servir vino", relata.

En cuanto a las copas que ya habían servido y estaban calientes, el cliente explica que el encargado les dijo que echaran un hielo. "No dábamos crédito a lo que acabábamos de escuchar", asegura. Ante esta situación, el hombre y sus acompañantes se negaron a pagar por un vino con hielo y la respuesta del encargado fue entonces que si no les gustaba, se marcharan, relata indignado.