Uno de los mejores periodos para consumir frutas es el verano. No sólo porque son alimentos frescos, ligeros, que alivian incluso la sed, sino también porque durante los meses de calor la variedad de las frutas es muy amplia. Sandia, melón, ciruelas, cerezas, paraguayos o albaricoques, son solo algunos de la larga lista de frutas de verano. 

Pero no debemos de olvidar que algunas de las frutas típicas de estas fechas son las responsables del 70% de todas las alergias alimentarias, según advierten desde la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC)

¿Y qué frutas son las responsables de todas estas alergias? Pues aquellas que pertenecen a la familia de las prunáceas, esto es, el melocotón, el albaricoque, las cerezas, las ciruelas, el paraguayo o la nectarina.

¿Por qué producen tantas alergias estas frutas?

Los expertos en alergias de la SEAIC explican que la causante de las alergias, en especial en la zona mediterránea, son las LTP (proteínas transportadoras de lípidos), “muy presentes en las prunáceas, especialmente en la piel, donde su concentración es mucho mayor”.

La capacidad de provocar alergia de estas proteínas es tal que las reacciones se pueden sufrir tanto si se consume la fruta fresca, como si se toma en zumo, mermelada, etc. 

Además, los expertos señalan que la alergia a las LPT también puede aparecer con otros alimentos, como los frutos secos o frutas como la manzana o la fresa. Por eso, es esencial saber si somos alérgicos a esta proteína y determinar qué alimentos la pueden provocar en cada caso. 

La piel de las prunáceas contienen una gran cantidad de alérgenos. Luis Echeverri Urrea. Adobe Stock.

Síntomas de la alergia al melocotón, albaricoque o nectarinas

Como cualquier otra alergia alimentaria, la reacción al melocotón, albaricoque, etc se produce tras la ingesta de esas frutas. Pero, en algunos casos, la reacción puede aparecer con el simple hecho de inhalar las proteínas de la piel de estos frutos o con rozarlos, aunque esto es menos frecuente. 

En cualquiera de los casos, los síntomas de la reacción alérgica a las prunáceas aparecen enseguida, “en la primera hora tras la ingesta” según los expertos de la SEAIC, y pueden ser de distinto tipo: 

  • Síntomas orales. Son los más frecuentes y consisten en picor en la boca, la garganta o los oídos. 
  • Síntomas cutáneos. Van desde reacciones leves al tocar las frutas a urticarias, hinchazón de labios, párpados, lengua u otras zonas.
  • Síntomas digestivos. Náuseas, vómitos, dolor abdominal, distensión abdominal, diarrea.
  • Anafilaxia. Es la más grave de las reacciones alérgicas y aparece muy rápidamente. Como supone un auténtico riesgo vital para el paciente que la sufre es importante saber que “puede iniciarse con picor oral, faríngeo, en manos, pies o cuero cabelludo y después progresar con generalización del picor y aparición de urticaria y/o angioedema, así como síntomas generales respiratorios, digestivos y cardiovasculares (conjuntivitis, obstrucción nasal, estornudos, mucosidad, dificultad para tragar o respirar, tos, silbidos, náuseas, vómitos, dolor abdominal, diarrea, y caída de la tensión arterial con mareo, pérdida de conocimiento, y si la situación se prolonga sin tratamiento, parada cardiorrespiratoria)”, alertas los alergólogos. 

Por ello, es esencial actuar rápidamente y llevar al paciente a un servicio de emergencias de forma urgente. En el caso la persona sepa que es alérgico a estas frutas y que puede tratarse de una anafilaxia “debe administrarse la adrenalina autoinyectable y ser llevado a un centro médico”, añade.

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Además, no hay que olvidar que los alérgicos a las proteínas LTP pueden ver sus síntomas agravados por algunos factores, como el ejercicio físico, el consumo de alcohol o de antiinflamatorios. 

Así que, si sabes que eres alérgico al melocotón, los paraguayos o las cerezas, recuerda llevar este verano tu medicación, ya sean antihistamínicos, corticoides y por supuesto la adrenalina autoinyectable.