Desde tiempos inmemoriales, el cabello siempre ha tenido valores y significados culturales. Son un síntoma de vanidad, pero también de fuerza: ¿quién puede olvidar la leyenda de Sansón, que puso toda su fuerza en su cabello? O pensemos en las brujas, en cómo las percibe el mundo: en sus calderos mágicos no puede faltar el pelo, al igual que en los hechizos para echar el mal de ojo.

En resumen, el hombre siempre ha atribuido una serie de significados al cabello. Hay que tener en cuenta que, desde la antigüedad, hay pruebas de muchos y duplicados hallazgos de aceite de oliva y otros artefactos que, muy probablemente, seguían relacionados con el cuidado del cabello.

Por eso, para nosotros, el pelo es tan importante. Es cierto que es un patrimonio cultural, pero lo mantenemos así. Esto también explicaría por qué nos sentimos tan tristes cuando nuestro peluquero de confianza se equivoca en el corte: ¡nuestro pobre pelo! Así que lo que deseamos es que el pelo crezca lo más rápido posible y que todo vuelva a ser como antes.

Pero, ¿cómo se puede acelerar el crecimiento del cabello? Además de beber mucha agua -se estima que la cantidad correcta es de unos dos litros al día-, debemos consumir alimentos ricos en omega-3 y vitamina b12. Luz verde, por tanto, a los huevos, el salmón y el pescado azul.

A continuación, pasemos al uso de productos: los tintes químicos y productos similares no se recomiendan en esta fase. Recuerda que para que el pelo crezca bien debe estar sano y no de otra manera. Por ello, no deben aplicarse champús ni tintes agresivos.

Sí en cambio a las compresas naturales, particularmente recomendable es el aloe vera. También podemos pensar en tomar un suplemento vitamínico para fortalecer nuestro cabello y hacer que crezca más rápido.