«El término ‘digital’ hoy en día ya no es una moda, es una realidad patente que ha venido para quedarse, sin lugar a dudas, y no solo eso: ha venido para quedarse desbancando a lo anterior, a lo analógico». Así lo manifiesta el doctor Alberto Fernández, quien afirma que esta irrupción de la tecnología ha democratizado tanto la profesión como determinados tratamientos, que pueden realizarse ahora en las clínicas dentales de Ibiza a un coste mucho menor que hace unos años.

La tecnología digital es clave en laboratorios y consultas. Shutterstock

La investigación para mejorar los materiales, la tecnología y los procesos es continua y, en pocos años, se ha alcanzado una realidad inimaginable hace menos de una década. «La digitalización ha supuesto un gran cambio tanto en la clínica como en el laboratorio protésico», expresa el doctor Ricardo Barcenilla, quien asegura que este hecho minimiza la posibilidad de error, ofreciendo más seguridad a los pacientes en sus tratamientos dentales en Ibiza.

«El 80% de los laboratorios dentales ya dispone de escáner, de forma que su base de trabajo ya comienza desde un estudio digital de los casos», afirma Fernández, quien manifiesta que, cinco o diez años atrás, la cifra no alcanzaba ni el 20%, «estaba relegado solo a los laboratorios más pudientes».

La gran ventaja de esta digitalización en los laboratorios protésicos es que el error humano ha disminuido al mínimo. Por otro lado, el proceso de aprendizaje es ahora mucho más rápido, por lo que la consecución de resultados de muy alta calidad es más sencillo y, por tanto, más accesible para el paciente.

La odontología goza de buena salud en Ibiza y Formentera. Vicent Marí

«El inconveniente es que se pierde la parte de artesanía, ahora ves a gente que está trabajando con el ratón -opina Alberto Fernández-. Ha disminuido el tiempo de aprendizaje, perdiéndose el bagaje de la experiencia y el respeto a lo que se hacía manualmente. Hoy en día muchas personas son capaces de hacer procedimientos que antes tenía que hacerlas el mayor de los expertos, después de muchísimo trabajo. Se ha democratizado el trabajo, pero se debe seguir manteniendo el máximo respeto a las artes clásicas».

De cara al paciente, sin embargo, tratamientos que eran muy sofisticados se pueden hacer a precios muy competitivos. En este sentido, han surgido muchos materiales que, partiendo de un mismo diseño, se pueden hacer con materiales más económicos para adaptarse a presupuestos más ajustados.

«En muchos casos se pueden dejar los cimientos preparados y, cuando el paciente pueda permitirse materiales con más calidad, solo hay que dar a un botón para fabricarlo. El diseño ya lo tienes hecho, testado en boca porque el paciente lo ha llevado meses o incluso años, así que después solo queda cambiar el material por otro cualquiera», detalla Fernández.

Tratamientos que antes eran muy sofisticados son hoy en día más accesibles gracias a la digitalización. Vicent Marí

Mejoras en los materiales

Otro de los cambios sustanciales en el campo de la odontología es el gran avance en los materiales que se utilizan en los tratamientos. «Se oye mucho que las lavadoras no son como las de antes, o los hornos y otros electrodomésticos, argumentando que los materiales de antes eran más duraderos. Hoy en día, en lo dental, no ocurre así. Los materiales que tenemos son mucho mejores de lo que han sido nunca, tanto a nivel estético como de comportamiento biológico», afirma el doctor Fernández.

Uno de los ejemplos que pone el profesional es el zirconio. «Hace ocho años era color tiza; hoy en día se consiguen una traslucideces, unas resistencias y propiedades espectaculares, tanto en estética como en dureza y comportamiento biológico. Es el mejor material que se puede colocar en muchísimas circunstancias».

El esfuerzo de las clínicas pitiusas por estar a la última en el uso de estos nuevos materiales es constante, igual que la inversión en tecnología y formación continua. De hecho, el nivel general de las clínicas en Ibiza y Formentera es muy elevado.

Formación y nuevas carreras

Si existe algo inherente a cualquier profesión médica es la necesidad de formación constante. Los profesionales que, realmente, quieren ofrecer los mejores tratamientos a sus pacientes tienen que invertir mucho tiempo más allá de sus horas de consulta para continuar aprendiendo.

Los avances médicos van tan rápido que, por ejemplo en el caso de la odontología, requieren de una actualización constante. «A día de hoy, los profesionales del sector dental no solo tienen que manejar software, sino realizar cursos de capacitación para emplear software a niveles industriales o de ingeniería. Es algo más propio de carreras técnicas o de ingeniería que de ámbitos biosanitarios como la odontología o la medicina», añade Fernández.

Aparatos de última generación en las consultas pitiusas. Vicent Marí

En la actualidad han surgido nuevas carreras muy relacionadas con este avance de la odontología y sus técnicas. Un ejemplo es la bioingeniería, «que desarrolla máquinas que van a facilitar la actuación médica, y su utilización. Hay ingenieros que saben mucho de medicina y desarrollan máquinas para el ámbito sanitario. Antes las creaban ingenieros, pero no especializados».

A pesar de todos los avances y de la presencia fundamental de la tecnología en las consultas, la figura del odontólogo seguirá siendo esencial para atender a los pacientes. «Hace un año y medio publicaron un estudio que decía las probabilidades que tenías, según tu profesión, de que las máquinas te sustituyeran. La odontología quedaba en un puesto muy relegado, ya que es sumamente dependiente de la mano y de la actuación de la mano. El paciente tiene anestesia local, se mueve, tiene saliva... una máquina no es capaz de controlar esto», detalla Alberto Fernández.