Cortarse el pelo se convirtió este domingo por la mañana en mucho más que un acto de coquetería o higiene en el Parque de la Paz en Vila. Las personas que se animaron a participar en el evento solidario organizado por la asociación de vecinos de es Clot, tan solo tenían que realizar un donativo de alimentos no perecederos para poder disfrutar de un corte de pelo a manos de peluqueros profesionales como Pepe Pérez, presidente de la asociación que lleva 40 años trabajando y que ha organizado ya nueve ediciones de esta iniciativa solidaria.
La jornada se celebró por la mañana, entre las 10 y las 13 horas, y los organizadores consiguieron recoger un total de 350 kilos de comida, explicó Pérez que, desde primeras horas de la mañana, se mostraba «satisfecho por la cantidad de gente que está participando». El acto se realizó al aire libre y contó con la colaboración de 14 peluqueros de seis establecimientos de la isla. Pérez, que realiza este tipo de eventos solidarios desde hace diez años en los que ha colaborado con diferentes causas como el cáncer, recordó los duros tiempos que atraviesa también el sector de la peluquería. «El declive en nuestro sector comenzó cuando el Gobierno subió el IVA en el 2012 del 8% al 21%, y ahora hay que añadir la situación económica por la que pasan muchas familias en España», añadió.
Este año, de manera excepcional, se contó con la presencia de dos profesionales del Gremio de Peluqueros de Palma de Mallorca (Grepels). Rafael Rubio, vicepresidente del gremio, apuntó que son una asociación que participa «en distintos movimientos nacionales e internacionales solidarios para dar visibilidad a necesidades y problemáticas que afectan a la población».
Crisis en el sector
Rubio explicó también los difíciles momentos por los que pasa el sector. «Además de habernos subido el IVA en los últimos años, ahora contamos con menos demanda por la pandemia ya que, al haber menos eventos, hay menos necesidad de arreglarse. A esto se le suma la subida de la luz y de los productos». Asimismo, Rubio detalló que «este 2022 se prevé bastante complicado, de hecho, cada vez hay más compañeros que buscan dedicarse a otra profesión» concluyó.
Nieves fue una de las personas que decidió hacerse un cambio de look y apoyar la causa donando arroz, lentejas y pasta. «Consciente de la situación económica de muchas familias», quiso participar en la jornada porque considera «que hay mucha gente a la que le hace falta» ayuda.
«Nos lo hemos encontrado de casualidad y me parece una iniciativa muy bonita», explicaba Cristina mientras le cortaban el pelo a su hijo de tres años. Ella, junto con su marido, Francisco, estaban paseando por el barrio cuando vieron las carpas y decidieron colaborar «con un poco de arroz y de legumbres», además de aprovechar para hacerle «un corte de cabello al pequeño».
Sebastián, que llevó «un paquete de galletas, macarrones y una bolsa de magdalenas», dijo que, aunque él no ha dejado de trabajar durante la pandemia, «hay mucha gente en la isla en una situación delicada y hay que echar una mano aportando lo que se pueda», por lo que también se acercó para apoyar la causa y llevarse un buen corte de pelo.
