Diario de Ibiza

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Ni ómicron frena el baño más frío del año en Ibiza

Decenas de personas cumplen con la tradición y se zambullen en las gélidas aguas de la playa de ses Salines para empezar el año con «un lavado de todo lo malo del anterior», como el caso de la portavoz de los vecinos de los apartamentos Don Pepe, Silvia Hernández

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Primero baño del año 2022 en Ibiza

Son las 11.45 horas y Jeroen Hamersma, que ya se ha desvestido pero se protege del frío con un albornoz, lanza el primer toque de corneta para avisar que se acerca el momento. Los más valientes se quitan la ropa y, con saltos y movimientos espasmódicos, tratan de mantener la temperatura corporal. Frente al chiringuito Malibú Beach Club se concentra el mayor número de personas, sobre todo amigos y conocidos de los Hamersma, que desde hace 11 años organizan el primer baño del año en ses Salines.

Una pareja sale del agua con una indumentaria muy navideña. | FOTOS DE VICENT MARÍ

Por segundo año consecutivo no ha habido convocatoria pública de los Hamersma como consecuencia de la pandemia, pero ni el covid, se apellide delta u ómicron, ni el cielo cubierto quitan las ganas a decenas de personas, la inmensa mayoría extranjeros, de cumplir con la tradición de empezar el año nuevo con un gélido baño en aguas del Parque Natural de ses Salines.

Jeroen Hamersma toca la corneta junto a amigos y familiares en ses Salines. |

«Las tradiciones tienen que seguir, aunque este año sea algo diferente. Se ve que la gente tiene necesidad de cosas alegres», asegura Rosa Hamersma, que da saltos junto a la orilla a la espera de que Jeroen, a golpe de corneta, dé el pistoletazo de salida a la carrera hacia el mar. Puntuales como siempre, justo al mediodía, los valientes se lanzan al agua, aunque algunos, pese al frío acentuado por la falta de sol, se lo toman con más calma y se adentran paso a paso.

«Creo que está más fría que otros años», asegura entre risas Rosa tras el primer chapuzón. A las 13 horas toca la segunda tanda. «Con el ‘solaco’ que ha hecho esta semana… ¿qué ha pasado hoy?», lamenta Rosa, aunque se queda con lo mejor de esta experiencia: «Es una muy buena manera de empezar el año: limpiándote de todo lo del pasado». Eso es precisamente lo que hizo Silvia Hernández, portavoz de los vecinos de los apartamentos Don Pepe, que estrena por primera vez 2022 con un gélido chapuzón. «Lo he hecho más que nada para dejar atrás todo lo malo del año pasado y para que 2022 sea el año de la justicia», afirma.

Primer baño del año 2022 en Ibiza

Primer baño del año 2022 en Ibiza DI

Promesa de Sandra y Cristina

Entre el grupo holandés de los Hamersma se veían las mismas caras de otros años, aunque en otras zonas de la playa había primerizos. Es el caso de Sandra, que reside en la isla desde hace siete años con su pareja, y su suegra, Cristina, de Alcobendas (Madrid), que pasa unos días en Ibiza y a la que la ha acompañado su madre, que también se llama Cristina. «Están locas», dice Cristina, la abuela, que no entiende qué necesidad hay de meterse en el agua en enero.

Daniela, Susi, Jason, Fran y Cristina brindan con cava tras un chapuzón.

Inicialmente, parece que Sandra ha arrastrado a su suegra. «No, nos hemos enredado mutuamente», aclara Cristina. «Cada año vengo a verlo, pero esta será la primera vez que me meto», indica, por su parte, Sandra . ¿Y eso? «Porque está mi suegra y hemos hecho una promesa», explica, a lo que Cristina agrega: «Vamos a empezar 2022 bautizadas en el mar de Ibiza». Jorge, la pareja de Sandra, se queda junto a la abuela y pasa del agua. «Yo no... soy más de chimenea», trata de justificar Jorge. «Te cuento la verdad», intercede Sandra: «Él en agosto, en Ibiza, se baña con traje de neopreno». «Para meterle en enero...», añade entre risas su madre.

Sheale, de 74 años, coge una chaqueta para abrigarse tras su baño en ses Salines.

Rosana, de 34 años, también se estrena con su primer baño en enero en ses Salines «por culpa o gracias», según se mire, a sus amigas Tania, ya experta en esto, y Tamara, que, en cambio, se ‘sacrifica’ por el grupo y se mantiene seca y bien abrigada para cumplir con otras funciones, como guardar la ropa. «Yo las grabo», justifica.

Para Rosana la experiencia ha sido «increíble» y anuncia que «repetirá el año que viene». No ve tan claro zambullirse de nuevo en el agua en la segunda tanda, a las 13 horas, aunque tampoco lo descarta. «Sólo llevo una copa de vino», dice entre risas.

El agua, más fría que otros años

También es la primera vez para Susi, que «repetirá» experiencia, pero el año que viene. Hoy con un chapuzón ha tenido bastante. En cambio, sí se han bañado dos veces su pareja, Jason, un veterano en el baño de año nuevo en ses Salines, su hija Daniela y su amigo Fran. Cristina también prefiere verlo desde la orilla y asume el trabajo de sacar las fotos y los vídeos. «Yo me presento siempre voluntaria para hacerlo», indica. «No hay mejor manera de empezar el año», afirma Fran, aficionado a la pesca submarina, por lo que está acostumbrado a mojarse en invierno aunque sea con traje de neopreno. Precisamente, Jason reconoce que este año «parece que el agua está más fría».

Los más atrevidos se dan el primer baño del año 2022 en Ibiza

Los más atrevidos se dan el primer baño del año 2022 en Ibiza

«El agua está fenomenal. Es más una cuestión mental. Cuando sales te sientes aún mejor», afirma Melchor, aunque reconoce que tiene un truco: «Cada día me ducho con agua fría».

Por cuarto año consecutivo, la inglesa Sheale, de 74 años, empieza el año con un frío chapuzón en ses Salines, y le gusta tanto que se lo toma con calma a la hora de salir del agua. «It’s amazing!», repite tras pisar la orilla, donde la esperan con una chaqueta.

Por las medidas de seguridad a causa del coronavirus, los Hamersma, que regentan el negocio Vino & Co, tampoco invitaron ayer a un vaso de vino, pero varias semanas antes vendieron con una finalidad benéfica casi 400 bolsas de yute con un pícnic individual: una botella de vino o vermut, una bolsa de patatas fritas, aceitunas, magdalenas y una bolsa de basura para no dejar los residuos en la playa. La ONG Proyecto Juntos recibirá unos 2.000 euros.

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