El Govern balear ha registrado un total de 2.495 denuncias en Ibiza por incumplir la normativa covid desde julio de 2020, cuando se aprobó el decreto que establece su régimen sancionador específico, que han supuesto propuestas de sanción económicas por un valor de 710.883 euros. De esta cantidad, casi la mitad, 350.000 euros, son por infracciones muy graves: 298.538 corresponden a infracciones graves y 62.345, a faltas leves.
Sobre el total de denuncias en la mayor de las Pitiusas, 258 fueron a establecimientos y 2.237 a particulares, lo que supone un 89,6 por ciento del total, si bien el mayor volumen de las multas recae en las empresas que han incumplido la normativa.
En Formentera se han contabilizado 225 denuncias (cinco a locales y 220 a particulares) sobre un total de 13.948 en todo el archipiélago, con sanciones económicas que ascienden a 2,8 millones de euros.
La consellera de Presidencia del Ejecutivo balear, Mercedes Garrido, ofreció ayer las cifras de infracciones y sanciones impuestas por incumplir las normas sanitarias tras participar en el Grupo de Seguridad de Ibiza del Plan Territorial de Protección Civil de Balears (Platerbal), reunido para abordar y coordinar el dispositivo de vigilancia ante el primer fin de semana desde la entrada en vigor de las nuevas medidas en la isla, con la presencia del alcalde de Vila, Rafa Ruiz; el conseller de Presidencia, Vicent Roig, y el director insular del Estado, Enrique Sánchez.
Garrido explicó en la rueda de prensa posterior que la desescalada en Ibiza estará acompañada de «más vigilancia», con controles «mucho más exhaustivos», y que las inspecciones se centrarán en Vila debido a que en la tercera ola alcanzó una incidencia de 3.200 casos por cada 100.000 habitantes y porque concentra la mayoría de establecimientos abiertos en esta época del año.
«Hay muchas fiestas ilegales»
El mal tiempo anunciado para este fin de semana, indicó la consellera balear, obligará al dispositivo de vigilancia a trasladar sus controles de las terrazas a otros espacios donde puedan celebrarse reuniones sociales. En este sentido, Garrido destacó que en Ibiza han comprobado que se llevan a cabo «muchas fiestas ilegales» y anunció que se pondrá en marcha un dispositivo especial de vigilancia con la Unidad de Mando Avanzado (UCA), el camión inteligente de Emergencias desde el que se controlan los drones con cámaras e infrarrojos que permiten la supervisión desde el aire, para que no se produzcan aglomeraciones (ver página 4). La UCA, señaló la consellera, permanecerá en Ibiza hasta la semana que viene y reforzará la vigilancia desde el aire.
Otra de las nuevas medidas afecta a la restauración, que tras cerrar a las 17 horas, no podrá vender bebidas para llevar que no vayan acompañadas de comida para evitar que la fiesta se «traslade» a otros espacios de la ciudad.
Por su parte, el delegado del Gobierno en las Pitiusas, Enrique Sánchez, explicó que las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado llevan a cabo controles en las redes sociales, «por ejemplo en convocatorias de manifestaciones que no habían sido comunicadas previamente».
«Hay una especial atención a las reuniones por tema de botellones, también a las fiestas ilegales y a las manifestaciones no comunicadas», precisó.
Enrique Sánchez: "El aeropuerto no es un coladero"
El director insular del Estado en las Pitiusas, Enrique Sánchez, negó que el aeropuerto de Ibiza haya sido un «coladero» para el covid y aseguró que «no se ha encontrado ninguna declaración jurada falsa o manipulada», en referencia a los documentos que deben presentar los viajeros con su PCR negativa. «En estas fechas se va a intentar controlar a todos los turistas internacionales y no de forma aleatoria. Pero todo el mundo tiene que llegar con una PCR negativa. Esta medida se mantendrá por ahora, pero no sabemos todavía cuáles serán las condiciones cuando llegue la temporada», señaló el delegado del Gobierno, quien aseguró que las autoridades tienen la capacidad de «controlar a todo el mundo que entra en la isla».
Cuando algún visitante llega sin el pertinente test negativo «pasa al circuito sanitario» de Baleares, aclaró Sánchez, antes de reconocer que, «aunque no se están detectando muchos errores», no pueden controlar todas las cuarentenas de estos ciudadanos.
