El Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha iniciado un proyecto monumental que se ha traducido en el Libro Blanco de Desafíos Científicos 2030, un documento que fija catorce áreas estratégicas sobre las que trabajar en la próxima década. Una de ellas, focalizada sobre los océanos, ha sido coordinada por la investigadora mallorquina del CSIC Ananda Pascual.

«Esta temática se ha compilado en el libro blanco de los océanos en el que han participado 146 investigadores de centros de toda España. En Balears se han implicado personas del IMEDEA y el IFISC», explica Pascual.

El libro de los océanos está formado por nueve capítulos. «Incluye diversos desafíos, empezando por la observación permanente de los océanos, muy importante porque si no lo monitorizamos no podremos comprender sus problemas y gestionarlos de manera eficaz. Y es un desafío transversal a otros retos como la variabilidad del clima, la salud de los océanos o los riesgos de origen antropogénico a los que se enfrenta», afirma.

Uno de los capítulos, dedicado a las costas, ha sido coordinado por el investigador del IMEDEA Alejandro Orfila. Identifica cinco ecosistemas marinos, entre ellos Balears, y pone de relieve desafíos futuros como la subida del nivel del mar, el aumento de la temperatura del agua o el retroceso de las praderas de posidonia.

El libro blanco de los océanos es «un punto de partida», indica Pascual. Un trabajo que seguirá vivo durante esta década, precisamente dedicado a los océanos por la UNESCO. «Son retos difíciles de resolver a corto plazo, por eso nos hemos marcado ese horizonte de 2030. Podremos empezar a ver resultados, siempre y cuando haya una financiación sostenida, en cuestión de una década», subraya Pascual.