Sant Josep detecta obras que no se pueden legalizar en un 'beach club' de Cala Vedella

La arquitecta municipal también señaló en su informe que la explotación de un restaurante no es un uso permitido al ubicarse en una zona residencial extensiva del Plan Parcial, al tiempo que apuntó que existían «otros incumplimientos de parámetros urbanísticos relacionados con la superficie de la parcela, con la edificación y la ocupación». Asimismo, el informe señala que las obras de ampliación acometidas en el restaurante tampoco se pueden legalizar al verse afectadas por la servidumbre del dominio público marítimo-terrestre de Costas.

Infracción urbanística «grave»

La funcionaria califica la supuesta infracción urbanística cometida de «grave». La edificación donde se halla el beach club se construyó con una licencia concedida en noviembre de 1986 (para la construcción de un bar-restaurante, con una planta baja de 235 metros cuadrados, una primera planta cerrada de 84,3 metros cuadrados y una pérgola en planta de casi 40 metros cuadrados). La arquitecta apunta que el edificio se ha reformado y ampliado en sucesivas fases, aunque no ha hallado ninguna licencia o comunicación previa que amparase dichas actuaciones.

De hecho, algunas de las obras acometidas como se ejecutaron hace más de ocho años (construcción de una terraza descubierta en la planta baja de 59 metros cuadrados y un almacén de 14 metros cuadrados, entre otras reformas) habrían prescrito. Sin embargo, la arquitecta municipal cita otras intervenciones más recientes que justifican la apertura del expediente de disciplina urbanística para que se restituya la legalidad: la ampliación de la terraza en zona de servidumbre de tránsito en 44 metros cuadrados y su cubierta con una estructura metálica para sujetar unas lonas, la formación de un porche en la planta primera y distintas cámaras en la planta segunda sobre la fachada posterior. Todo ello debería estar sujeto a una licencia. También detalla el informe otras actuaciones que requerirían de una comunicación previa.

Sobre la actividad, un ingeniero técnico emitió en junio de 2018 un informe en el que señalaba que el establecimiento dispone de un título habilitante para el ejercicio de la actividad de restaurante obtenido en el año 2000. Sin embargo, la arquitecta municipal señala que en 2017 se inició un expediente de actividad, con una declaración responsable, que, según el informe técnico, «no reúne los requisitos legales y no habilita para ejercer la actividad».

Obras de Vadella 24

Asimismo, el Consistorio también ha abierto un expediente de disciplina urbanística a la promoción de viviendas (Vadella 24) que se construye en la desembocadura del torrente de Cala Vedella y cuyas obras están paralizadas desde octubre del año pasado a requerimiento de la dirección genera de Recursos Hídricos de la conselleria balear de Medio Ambiente al no contar con su preceptiva autorización. Estas obras, al igual que las del beach club, fueron denunciadas por un particular, el mismo que también denunció la promoción de viviendas Vadella 64, que se ha construido sobre una suelo de uso comercial.

El Consistorio incoa a la promotora de este edificio (se ha levantado la estructura) un expediente de disciplina urbanística al ejecutar las obras sin la correspondiente licencia municipal. La parcela es propiedad del agente urbanizador de Cala Vedella (UMSA), pero la licencia que el Ayuntamiento otorgó en 2001 para la ejecución de este edificio está a nombre de Atika del Noroeste SL (esta sociedad ejecutó otro edificio, que era la primera fase del proyecto, que recientemente ha obtenido el final de obras municipal).

Vadella Mediterranean Homes SL, la promotora de las obras de Vadella 24 comunicó la adhesión a los derechos de dicha licencia, pero el Consistorio señala que ni se ha solicitado ni autorizado el cambio de titularidad del permiso de obra.