La isla de Ibiza transita aceleradamente hacia su transformación en una isla-ciudad. Así vuelven a demostrarlo las estadísticas, si bien de una forma cada vez más clara y rotunda. El programa Corine Land Cover de la Unión Europea, basado en imágenes de satélite, pone de manifiesto que en los últimos seis años (2012-2018) la cantidad de suelo artificializado en la isla ha aumentado en un 15,2%. Eso significa que en ese periodo de tiempo un total de 544 hectáreas han pasado de ser agrícolas o forestales a transformarse en urbanas.

Esas 544 hectáreas en seis años representan un promedio de 906.600 metros cuadrados urbanizados más cada año, es decir, cerca del millón de metros cuadrados anual, un ritmo galopante que no han logrado atenuar ni las supuestas restricciones urbanísticas puestas en marcha en la anterior legislatura ni la situación de relativa contención en que se encuentra la construcción.

Estos datos figuran en el conjunto de informes elaborados por el Observatorio de la Sostenibilidad, dirigidos por Marta Pérez y Juan Calvo, que suponen el diagnóstico más exhaustivo realizado en las últimas décadas sobre la situación medioambiental y turística de la isla de Ibiza.

En la actualidad, según estos datos la cubierta artificializada (sea por urbanización o actuaciones industriales, excluyendo la agricultura) ocupa ya 3.497 hectáreas de las 57.287 que tiene de superficie la isla de Ibiza. Eso representa el 6,2% de toda la extensión insular.

«No es por demanda real»

El aumento es rápido, porque hace solo seis años el porcentaje era el 5,4%. «Tanto el porcentaje de cubierta ocupada por usos agrícolas (43,8%) como por masas forestales (49,1%) se ha visto disminuido en este sexenio y únicamente ha aumentado la cubierta artificial», explicó Juan Calvo, uno de los responsables del estudio del Observatorio de la Sostenibilidad.

Calvo advierte de que este aumento de urbanización no responde, paradójicamente, a una subida parecida de población, porque ésta no se ha incrementado en un 15,2% en estos seis años, sino un 5,3%.

«Es decir, este crecimiento no responde a una demanda real de suelo, sino a un crecimiento de las estructuras turísticas, modelos de urbanización dispersa y especulación del suelo», explica el informe a la hora de interpretar los resultados.

Sant Josep, el que más

El estudio establece también una relación de superficie artificializada por habitante en cada municipio. El que más asfalto y hormigón tiene por habitante es Sant Josep, con 488,5 metros cuadrados por residente, seguido de Santa Eulària, con 286,7 metros cuadrados; Sant Antoni, con 205,2 metros por habitante; Vila, con 120 metros y Sant Joan, con 47,2 metros de suelo urbanizado por habitante.

Como viene siendo habitual, los municipios de la mitad sur de Ibiza (Sant Josep, Vila y Santa Eulària) concentran la mayor parte del crecimiento urbanístico de la isla.