Si citas a esta mariposa en castellano es un rey y si la llamas en catalán, a veces es un rey y otras resulta ser una reina, según si usas la denominación de las islas o el estándar de Cataluña. Aunque también puede ser un tigre volador de espectaculares rayas negras y amarillas. En su nombre científico, el único que es definitivo y particular para su identificación, es Papilio machaon, un nombre escogido en honor a Macaón, el héroe griego de la Iliada, que tenía el don de curar heridas y que, en la 'Eneida' de Virgilio, entró en Troya dentro del famoso caballo de madera.

Papallona rei o papallona reina. La reina de la ruda, macaón, cola de golondrina o mariposa tigre. Los nombres son variados para esta gran mariposa que es común en los campos de Eivissa desde abril al mes de octubre. En las islas «se han descrito tres generaciones. La primera durante el mes de abril, la segunda en julio y la tercera en el mes de octubre. Normalmente, las curvas de vuelo son más importantes en mayo y junio, que son los periodos en los que se puede encontrar más actividad de los adultos». Así lo explica el biólogo Guillem X. Pons, profesor del departamento de Ciencias de la Tierra de la Universitat de les Illes Balears, experto en invertebrados y autor de 'Les papallones diürnes de les Balears'.

Las poblaciones, señala el experto, son sedentarias y estables. Y aunque es una mariposa frecuente en Eivissa (al igual que tampoco es extraña en Mallorca y Menorca), es rara en Formentera, donde, al parecer, en los últimos años se han podido ver ejemplares adultos (imagos) debido a una empresa que se dedica a soltar lepidópteros como adorno en ciertas fiestas. Y aunque, por ello, ha llegado a ser calificada como invasora por algunos naturalistas, el biologo considera que en este caso no puede calificarse a tal especie como invasora.

La mariposa Macaón no usa un caballo de Troya como estrategia de ocultación, pero tiene sus trucos. En la base de sus llamativas alas amarillo crema a franjas negras, junto a las colas, posee un par de ocelos rojos y azules que simulan ser ojos y que tienen la misma función que la mancha negra que tienen en la aleta dorsal algunos peces mariposa, y que es despistar a los depredadores y desviar el ataque lejos de la auténtica cabeza del animal. De hecho, estos ocelos, manchas en forma de ojo, no son rarezas en el mundo de los insectos, peces e incluso anfibios. Y las mariposas búho (del género Caligo), por ejemplo, tienen un par de ocelos tan grandes y vistosos en sus alas posteriores que a un depredador pueden parecer de un animal mucho más grande. Además, en las bases de la franja negra de la alas inferiores muestra la papallona rei unas medias lunas azules, como purpurina azul espolvoreada, que difieren en intensidad entre individuos.

Y si vistoso es el imago de esta especie (la mariposa, propiamente) no lo son mucho menos los otros estadios de su ciclo de vida.

La oruga, una larva voraz que crece a un ritmo inusitado, es al inicio bastante negra y de aspecto espinoso pero se va transformando en un ser suave verde lima de anillos negros y lunares naranja. Los campos de hinojos y rudas, sus predilectas plantas nutricias, se llenan en mayo de estas orugas, fáciles de encontrar y también de identificar, que comen continuamente hasta alcanzar su crecimiento máximo, cuando han transcurrido poco más de veinte días de la eclosión del huevo y su tamaño ha pasado de unos tres milímetros a más de cinco centímetros.

Defensa química

En ese momento, la oruga ya esta lista para pasar a la fase de crisálida (un capullo pardo en invierno y verde en verano), que puede prolongarse de diez a veinte días. Es un periodo muy variable que depende de la temperatura, de forma que si las últimas orugas han pasado a crisálida ya en octubre y noviembre, las mariposas ya no saldrán hasta marzo o abril, cuando el calor ya sea el adecuado tanto para ellas como para las plantas nutricias en las que pondrán los próximos huevos. Lo cierto es que, en los últimos años, en Eivissa han podido verse y fotografiarse orugas -ya a punto de pasar a la siguiente fase- incluso avanzado el mes de diciembre. Estas inconfundibles y abundantes orugas, por cierto, también tienen su propia estrategia de defensa, que en este caso es una defensa química; cuando se sienten amenazadas, sacan un par de cuernos de la parte posterior de la cabeza. Se trata de un órgano llamado osmeterio, que tiene cierta forma de tirachinas o de Y, un chillón color anaranjado y que produce ácido butírico.

La mariposa adulta puede medir más de ocho centímetros, lo que la convierte en la mariposa diurna más grande de cuantas pueden encontrarse en Eivissa. Sólo puede competir en tamaño la mariposa del madroño ( Charaxes jasius), cuyas hembras -el género más grande en ambas especies-prácticamente pueden alcanzar, asimismo, esos 8 centímetros de envergadura. En cambio, entre las mariposas nocturnas, un grupo en el que existe mayor variedad, destaca por su tamaño la especie Acherontia atropos, el barrinol de la mort, que llega a medir 13 centímetros.

En las Pitiüses han sido citadas menos de 30 especies de mariposas diurnas (ropalóceros). Y en el Parque Natural de ses Salines, en sa Sal Rossa, se describieron 18 especies entre los años 2005 y 2012, cuando estuvo activa la denominada Estación 74, dentro del proyecto de seguimiento de mariposas denominado Butterfly Monitoring Scheme. Y si bien el número de especies se mantiene, se precisarían estudios sobre la densidad de las poblaciones para conocer hasta que punto, también en las islas, los lepidópteros están acusando la pérdida de hábitats y el uso de pesticidas.

La especie Papilio machaon, que tiene una amplia difstribución en el hemisferio norte, se encuentra en regresión en algunos países europeos, y en el libro 'Mariposas', de Ivo Novák y publicado en la Biblioteca de la Naturaleza de la editorial Tikal, puede leerse que «el macaón ha llegado prácticamente ha extinguirse y en muchos países está protegido por ley».

De hecho, un análisis científico global presentado este año y publicado en 'Biological conservation', ha corroborado la rápida desaparición de insectos que se está produciendo en el planeta y ha puesto cifras al declive; la poblaciones del 41% de las especies están reduciéndose y una tercera parte de ellas está en peligro de extinción. Y las mariposas, de entre todos los insectos, suelen resultar, por su visibilidad, excelentes bioindicadores.

El estudio, realizado en la universidad de Sydney recogiendo informes y datos de diversas investigaciones de los últimos años, señala que Alemania ha perdido el 76% de su biomasa de insectos voladores y que Reino Unido perdió, durante la primera década del siglo, el 58% de las mariposas de sus zonas agrícolas. La principal causa de esta extinción es el uso masivo de pesticidas y fertilizantes artificiales, a lo que hay que sumar contaminacion y cambio climático.

La más grande entre las mariposas diurnas

La mariposa adulta puede medir más de ocho centímetros, lo que la convierte en la mariposa diurna más grande de cuantas pueden encontrarse en Eivissa. Sólo puede competir en tamaño la mariposa del madroño ('Charaxes jasius'), cuyas hembras, más grandes en ambas especies, prácticamente pueden alcanzar, asimismo, esos 8 centímetros de envergadura. En cambio, entre las mariposas nocturnas, un grupo en el que existe mayor variedad, destaca por su envergadura la especie 'Acherontia atropos', el barrinol de la mort,

que llega a medir trece centímetros.