El equipo de gobierno se quedó solo, por primera vez en esta legislatura, en la aprobación del presupuesto del Consell Insular de Formentera, que para 2019 asciende a 30.150.000 euros, un 12% más que las cuentas de este ejercicio. El PSOE se abstuvo y tanto el PP como Compromís votaron en contra.

El conseller de Hacienda, Bartomeu Escandell, defendió el presupuesto, calificándolo de «equilibrado y realista». En su intervención, insistió en que la propuesta económica está destinada «a mejorar la isla y los pueblos, con una inversión estructural que se vierte en Sant Ferran a fin de tratar de cambiar el pueblo, pero también en la Savina y en es Pujols», recalcó.

En el capítulo de inversiones destacó el inicio de la construcción de la nueva residencia de mayores de Formentera, «que junto con el tanatorio, que ya tenemos casi listo, y añadiendo el Centro de Día y el Hospital, completará un espacio sociosanitario que permitirá lo que siempre habíamos hablado desde aquí; poder nacer y morir en Formentera, pero además pasar los últimos años con dignidad en nuestra isla», añadió.

Pero las cuentas no convencieron al resto de grupos políticos. El portavoz del PP, José Manuel Alcaraz, recurrió al mismo argumento que utilizó el pasado año y que se basa en la elevada presión fiscal que, a su juicio, sufren los bolsillos de los formenterenses. Por eso insistió, una y otra vez, en que el equipo de gobierno debería bajar los impuestos «teniendo en cuenta además que en estos 12 años Formentera ha sido muy bien financiada». Reiteró, una vez más, que desde que gobierna GxF los impuestos habían subido un 251%, extremo que negó Escandell al afirmar que confundía la gestión en la recaudación con los impuestos.

Alcaraz aprovechó para avanzar que «la bajada del tipo del IBI será una de nuestras propuestas electorales». También insistió en que no pueden estar de acuerdo con unos presupuestos «que [GxF] no se han dignado a consensuar». También criticó el elevado capítulo de gastos y que las inversiones se repitan año tras año, como el control del fondeo en s'Estany des Peix, entre otros.

El conseller del PSOE, Rafa Ramírez, reconoció que su grupo comparte y reconoce el contenido social del presupuesto, pero el hecho de que GxF, en esta ocasión, no hayan contado con ellos para incluir propuestas, tal y como ocurrió en los de este año, ha provocado que optaran por la abstención: «Les hemos apoyado los dos últimos presupuestos, ahora se ve que no nos necesitan para esto, están en su derecho, tienen mayoría absoluta», manifestó el portavoz socialista.

Compromís tampoco dio su apoyo a las cuentas. Cristina Costa justificó su negativa porque «los proyectos se van repitiendo y no se cumplen», haciendo especial referencia al skate park previsto para los jóvenes en Sant Francesc. También incidió en los retrasos, desde 2017, de los proyectos del presupuesto participativo que elige el Consell d'Entitats.

Escandell le contestó que esos retrasos había sido explicados «desde el primer momento» en el Consell d'Entitats.