Edmund de Waal (Inglaterra, 1964) está considerado como uno de los grandes escultores británicos de vanguardia. Su obra 'White Island' de arcilla blanca se expone en al Museo de Arte Contemporáneo de Ibiza hasta el próximo 16 de septiembre. De Waal rinde un homenaje a la luz, la soledad y la belleza pura del único color que admite en su obra: el blanco.

¿Está satisfecho de su exposición en el MACE?

No conocía la isla. Vine por una invitación muy especial. Vi el espacio de luz tan particular del MACE y me cautivó. La exposición en sí es un concepto, un conjunto común de ideas, no simplemente obras sueltas. Es a la vez una experiencia, un viaje hacia el arte.

¿Por qué ha basado sus esculturas en un solo color?

El blanco no es solo un color, es un espacio complicado, es algo que se puede ver de muchas maneras distintas, pueden ser materiales, historias de sal, porcelana, mármol e incluso oro. Es una idea de infinitud, de que todo es posible. También se puede interpretar como el color que elimina, que borra cosas y crea sensaciones. La escultura es algo que necesita tiempo para ser observada, no es algo fugaz a lo que miras y te vas, sino un concepto ante el que te paras y observas.

¿Qué es el arte para usted?

Una evolución constante durante todos estos años, es como una meditación más profunda sobre lo que es ser un ser humano. Me baso mucho en la historia e intento plasmar esto en arte. Es muy ambicioso, pero soy particularmente muy ambicioso, si no para qué levantarse por la mañana.

¿Cómo ve el arte contemporáneo del siglo XXI?

Están sucediendo cosas maravillosas y sorprendentes. Muchos artistas tienen este sentimiento de la historia de la que hablo, la cultura, la identidad. Veo el cambio que sucede y como también soy escritor ahondo más. Hay mucho arte y literatura que me gusta y otra parte que no me gusta tanto y hay gente a la que adoro. Hay mucha tecnología en el arte: audiovisuales, video, imágenes, pero yo trabajo con arcilla.

¿Y la escultura como arte?

El arte de la escultura es el más antiguo que existe, estoy como 3.000 años por detrás de toda esta gente que hace arte tecnológico. Trabajo con diferentes artistas y músicos, me encanta colaborar pero me gusta volver a la idea central, estoy interesado en la idea base y en explorar con las cosas que forman esta obra y con arcilla blanca, que me fascina.

¿Escribe un nuevo libro?

Tengo una nueva idea, pero está todavía en el principio, en la parte de atrás de mi cerebro.

¿Si pudiera pensar en otro color que no fuera el blanco, cuál sería?

Uso el negro. El blanco y negro son fundamentales. En esta vida me quedo con estos colores, en otra vida quizás utilice otros.

¿Qué nuevos proyectos acomete ahora?

Después de esta muestra, expondré en Los Ángeles, en una casa maravillosa y grande, y en San Francisco presentaré una muestra con una idea sobre la poesía.

¿Nunca ha pensado en pintar?

Escogí dos formas de arte complicadas y estoy inmerso en ellas. Pintar no entra en mis principios como artista.

Pero ha pintado en las paredes del museo el día de la inauguración de su muestra.

Era parte de la experiencia y ha sido extraño hacerlo con gente alrededor, no lo repetiría.

¿Qué sueña cuándo no crea?

Sueño con dormir. No duermo mucho. Todo este trabajo implica mucho esfuerzo, llevo dos años preparando esta exposición, atendiendo a los medios, preparando este evento? Es mucho.

¿Cómo le gustaría que le recordasen?

No tengo ninguna expectativa de que la gente me recuerde de manera alguna. Lo único importante es el siguiente trabajo.

Me llama la atención su apellido, De Waal, siendo tan británico.

Mi familia era holandesa, mi padre era un hombre de negocios de los Países Bajos.

La gente de la isla está muy preocupada por el rumbo hacia el lujo que está tomando. ¿Qué le parece esta forma de turismo?

No puedo opinar porque lo desconozco. Lo único que sé es que tienen la historia más maravillosa y complicada del Mediterráneo. Volveré de vacaciones.