Casi el 24% de la población del municipio de Vila sufre de noche, en temporada alta (casi el 16% en invierno), contaminación acústica. La fuente principal del exceso de ruido es el tráfico, que, según el ingeniero municipal de Medio Ambiente, David Jiménez, está «socialmente aceptado», por lo que no se le da tanta importancia como a otros focos. El técnico apunta que, en comparación con otras ciudades, el porcentaje de residentes afectado «no es mucho». «Siempre se ha de mejorar», añadió el técnico acto seguido.

Durante el día, la población que padece el ruido de los vehículos por las calles baja al 7,6% en temporada alta (de 8 a 20 horas). En cambio, fuera de los meses turísticos, la incidencia del ruido de los motores afecta a casi el 6% durante el día y al 16% en horario nocturno (de 23 a 8 horas). Por el día, las emisiones sonoras no pueden superar los 65 decibelios y los 55 por la noche, según la normativa de ruidos del año 2003.

Curiosamente, sólo el 2,7% de los residentes o visitantes de la ciudad padecen problemas de contaminación acústica por las emisiones de los locales de ocio, sin contar en este caso la incidencia del tráfico. Cuando se introducen los datos de las emisiones recogidas en el ordenador, un programa separa la incidencia del ruido procedente de los vehículos del de los locales de ocio.

El tráfico aéreo no supone un foco de contaminación y el ruido de las zonas industriales no afecta a residentes. Así lo especifica el mapa estratégico de ruidos, elaborado por la empresa Cecor S.L., que se aprobará, de forma inicial, en el pleno previsto el jueves. Posteriormente, los documentos se someterán a exposición pública durante un mes. Esta información servirá de base para elaborar un plan de acción para mitigar las molestias que ocasiona el ruido, como la reducción de la velocidad en algunas calles, la peatonalización de algunas zonas de la ciudad o la instalación de vegetación, entre otras medidas, aún por concretar.

148 mediciones en 2012 y 2015

En total, se han hecho 148 mediciones, en los años 2012 y 2015: una en el barrio de la Marina durante nueve meses seguidos (con una estación), 21 de 24 horas en siete puntos, y 126 de 15 minutos en otras 42 zonas del municipio. Todas ellas se han hecho en horario de mañana, tarde y noche durante lo que se considera temporada alta, media y baja. Pese a que el municipio se divide en 57 barrios, la información del ruido se ha aglutinado en seis sectores distintos.

García informó de que los barrios con mayor densidad de población más afectados por el ruido del tráfico en temporada alta son los siguientes, y por este orden: es Pratet, ses Figueretes, es Palmer, ses Canyes, es Clot, Can Bellet, sa Bodega, s'Hort des Bisbe, es Llimoners y sa Colomina.

En cuanto a las zonas de contaminación acústica emitidas por establecimientos de ocio, las zonas más afectadas (por el número de residentes) son: el puerto deportivo, Marina Ibiza, Marina Botafoch, la Marina, sa Penya, Can Bossa y las zonas de es Pratet y Vara de Rey.

El técnico de Medio Ambiente señaló que, al ser el tráfico la fuente contaminante más importante, «los barrios más problemáticos o sensibles son: ses Figueretes porque tiene mucha densidad de población, es Pratet y zonas del centro y de los aledaños del puerto, sobre todo en temporada alta».