­La promotora de la macrovivienda de Cala d’Hort -Sa Païssa de Cala d’Hort SL, que está participada por inversores extranjeros y tiene como administrador a un abogado, Rafael Barber- defendió ayer la legalidad de su proyecto e instó al Ayuntamiento a concederle la correspondiente licencia de obras.

En un comunicado remitido a este diario, la empresa señaló que «la concesión de licencias son actos reglados, es decir, no sujetos a discrecionalidad», por lo cual «no conceder la licencia o retrasarla deliberadamente sería vulnerar la ley porque el proyecto cumple con todos los requisitos». Otro portavoz de la empresa detalló que el Ayuntamiento «estaría rozando la prevaricación» si no otorga el permiso.

La nota asegura que la mansión no provocará un impacto medioambiental relevante, pese a encontrarse en un Área Natural de Especial Interés (ANEI) y Lugar de Interés Comunitario (LIC). La promotora también defiende enérgicamente a la conselleria de Medio Ambiente y a los informes que ha emitido, que consideran viable el proyecto.

«Ubicación de menos impacto»

La empresa asegura que por iniciativa propia encargó un estudio ambiental para elegir la ubicación menos impactante en la finca y también se comprometió a «realizar un estricto control medioambiental durante la fase de ejecución de los trabajos».

«La decisión de informar favorablemente el proyecto [por parte del Govern] se ha tomado por unanimidad por un órgano colegiado en base a informes técnicos y contradice todas las afirmaciones del GEN», añade la promotora, que asegura haber gastado ya «más de dos millones de euros» en esta iniciativa, incluyendo la compra de la finca y todos los demás gastos.

«Estilo tradicional»

«También es incorrecto que la vivienda sea una mansión de 1.000 metros cuadrados. Se puede llamar mansión porque es más grande que una vivienda de tamaño medio, pero es de estilo tradicional, según exige el Plan Territorial de Ibiza y mide más o menos lo mismo que otras viviendas que pueden verse en mostradores de inmobiliarias», añade el comunicado.

Según el promotor, las construcciones previstas y la piscina suman un total de 695 metros cuadrados. Esta superficie, unida a los espacios intersticiales entre construcciones y superficies pavimentadas, rondaría los 953,15 metros cuadrados de ocupación total que figura en el expediente del Consell.

Sa Païssa de Cala d’Hort SL es la misma promotora que obtuvo una licencia ilegalmente concedida por el Ayuntamiento de Sant Josep para edificar, en esta misma finca, un grupo seis bungalows usando un permiso de reforma y rehabilitación de una casa payesa, que fue arrasada para levantar estas construcciones. Las obras fueron paradas después de que el Consell advirtiera al Ayuntamiento gobernado ya entonces por Josep Marí Ribas, Agustinet, de que la licencia no cumplía la ley.

«Hasta la fecha el propietario no ha iniciado la acción de responsabilidad contra la Administración ni se plantea hacerlo. Siempre se ha pensado en buscar la mejor solución teniendo en consideración el lamentable error previo, no imputable al propietario», señala el escrito de esta empresa.

También destaca que el proyecto finalmente tramitado tiene menos dimensiones de las que le permite la normativa vigente y que, pese a ello, aún fue obligado a reducirlas por indicación del Consell.