La Agencia Balear del Agua y de la Calidad Ambiental (Abaqua) declaró ayer por la tarde la emergencia las obras de sustitución del emisario de Talamanca, lo que implica que comenzarán a ejecutarse en un plazo de treinta días posteriores a la declaración, según informó la conselleria de Medio Ambiente del Govern balear a través de un comunicado.

Además, el consejo de administración de Abaqua ha declarado la emergencia de la dirección de obra y del contrato de coordinación de seguridad y salud y ha encomendado la ejecución inmediata a la entidad pública Tragsa. Esta declaración se ha basado en los informes de las consellerias de Medio Ambiente, Agricultura y Pesca, de Salud y de Presidencia, por medio de la dirección de la Abogacía de la Comunitat, que aconsejan esta medida.

El Govern ha recordado que la declaración de emergencia es posible cuando hay una situación real que justifique, ante un peligro grave, una actuación inmediata de la Administración. En el caso concreto del emisario de Talamanca, «hay bases sólidas para considerar que se dan los supuestos que prevé la legislación de contratación para una declaración de emergencia que evite el peligro grave para el medio ambiente y la salud pública», señala el informe jurídico.

Para evitar estos riesgos, Abaqua ha recurrido a este mecanismo excepcional a causa de los peligros medioambientales, de salud pública y socioeconómicos previsibles, y el hecho de que estos riesgos no se pueden evitar mediante la tramitación ordinaria, que dura entre ocho y diez años, ni mediante la tramitación de urgencia, cuyo plazo es de cuatro o cinco años. Respecto a la dirección de obra, que no la pueden llevar a cabo Tragsa ni Abaqua, se han redactado unas bases para que diversas empresas puedan presentarse sin que se tenga que retrasar el inicio de los trabajos.