­Un fallo en los frenos de un avión que tenía que enlazar anteayer Valencia con Ibiza obligó al piloto a adoptar la decisión de dar media vuelta cuando ya estaba en la pista dispuesto a despegar y a pedir después a los pasajeros que bajasen, puesto que los mecánicos no pudieron solventar la incidencia. El alrededor de medio centenar de afectados fueron recolocados en otra aeronave y llegaron a la isla a medianoche, unas dos horas más tarde del horario previsto.

Algunos reclamaron al personal de tierra de Iberia Air Nostrum que les facilitase comida y bebida durante la espera, pero les contestaron que no lo hacían debido a que el retraso previsto no superaría las dos horas, como así fue finalmente, aunque por poco. Mientras estaban en la terminal, sobre las diez de la noche, los afectados solo pudieron comprar bebidas y snacks de las máquinas, puesto que los bares y restaurantes de la terminal levantina se encontraban cerrados. Entre los viajeros había varios niños.

Ocurrió el domingo por la noche. Los pasajeros embarcaron por la puerta R54 a las 21.45 horas, con quince minutos de retraso sobre el horario de despegue previsto para el avión IB8434 de Iberia, operado por Air Nostrum. El proceso fue el habitual. Una vez que todos los viajeros y la tripulación estaban acomodados, las dos azafatas mostraron las medidas de seguridad y el piloto comenzó a rodar por la pista. Cuando se disponía a despegar, abortó la operación y dio media vuelta. De inmediato, ofreció explicaciones por la megafonía y no ocultó información: en el chequeo había detectado un fallo en los frenos, por lo que no era conveniente volar.

Una vez aparcado de nuevo junto a la terminal, llegó un coche con los mecánicos, pero no pudieron arreglar el problema, por lo que los afectados bajaron y recogieron su equipaje.

Por fortuna, un avión de la misma compañía efectuó poco después el trayecto Palma-Valencia, por lo que la compañía recolocó a los viajeros en esta aeronave y de esta forma no tuvo que alojar a los pasajeros en un hotel en esta ciudad y ofrecer las correspondientes indemnizaciones.

El vuelo fue rápido y el avión tardó apenas 25 minutos en llegar desde Valencia a la isla, donde aterrizó con normalidad. Muchos pasajeros, aproximadamente una tercera parte de los que habían comprado este vuelo, viajaban en conexión desde Málaga, de donde despegar0n a las 19.30 horas con destino a la capital del Turia. Un viaje en el que tardaron en total cuatro horas y media, desde que salieron de la ciuad andaluza hasta que aterrizaron en es Codolar.

Muchos alargaron aún más su llegada a casa, puesto que a medianoche no había taxis y tuvieron que esperar bastante tiempo hasta que llegó el autobús.