Las camas balinesas, uno de los máximos exponentes del turismo de ostentación y derroche de las playas ibicencas y cuyo alquiler llega a alcanzar varios miles de euros al día, podrían tener las horas contadas en el municipio de Sant Josep si prospera una petición formal que ha presentado ante el alcalde el grupo de Guanyem, que dirige Fran Ramírez. En las alegaciones presentadas al pliego de condiciones para las concesiones playeras de 2016, Guanyem propone su completa supresión, al considerar que «usurpan el espacio público a costa del poder adquisitivo de las personas».

«No ha de haber espacio en las playas para las camas balinesas, pues la playa es un espacio público», señaló Ramírez, quien en el mismo documento pide una reducción de 600 hamacas en el conjunto del municipio, donde está previsto autorizar 9.000. El PSOE solo prevé suprimir 90, es decir, un 1 por mil.

En sus alegaciones al pliego de condiciones que elabora el Ayuntamiento, Guanyem pide también que se limite de forma considerable el número de vehículos de ocio acuático para que solo estén presentes en playas urbanas, como sería Platja d´en Bossa, de modo que en el resto solo se permitan velomares y elementos similares.

El partido que apoya al PSOE en el Ayuntamiento de Sant Josep rechaza también que la duración de las concesiones sea para cuatro años ampliables a seis, un periodo que Guanyem considera excesivo y que debería reducirse a «un año, prorrogable a dos como mucho».

En definitiva, Guanyem considera que el pliego de condiciones que ha elaborado el PSOE no garantiza «un cambio de modelo». «Lo que queremos es que Sant Josep se convierta en el municipio pionero para que sirva de ejemplo a otros ayuntamientos y también en el conjunto de la isla», señaló Ramírez.

Vicent Torres: «No es normal»

Sin embargo, Guanyem no parece estar solo en sus críticas a este mobiliario en las playas. El propio presidente del Consell de Ibiza, Vicent Torres, en declaraciones a este diario, manifestó ayer su rechazo a la proliferación de «hamacas king size» en algunas playas de la isla, sobre todo de Sant Josep.

«Las hamacas que se ponen hoy en día no tienen nada que ver con las que se ponían hace veinte años. El que quiera poner camas king size, en vez de poner 300 solo debería poder poner 100, tal vez», afirmó.

«Estamos hablando de dejar el espacio libre adecuado para que la gente vaya a la playa. No podemos hacer que determinadas concesiones administrativas tengan todo el espacio público que ha de haber en una playa o en cualquier otro sitio. Es lo mismo que cuando vamos por la calle y encontramos terrazas de bar que invaden el paso de los viandantes; no es normal», añadió.

A la pregunta de si debería recortarse el número de hamacas autorizadas en las playas, como ha pedido Podemos en el Consell, Vicent Torres respondió: «Yo, al que no cumpliera con la normativa y con su área de concesión, directamente le quitaría la concesión. Si caben 40 hamacas convencionales, pues que se metan 40 hamacas, pero si quieres meter camas de matrimonio, pues te cabrán menos, y nosotros hemos de estar vigilantes para que esto precisamente se cumpla». «El que quiera estar tranquilamente en la playa no tiene por qué estar invadido por este tipo de elementos, que distorsionan totalmente el paisaje costero de Ibiza», agregó.

Este diario no pudo recabar ayer la opinión del alcalde de Sant Josep, Josep Marí Ribas, al respecto.