«No teman nada. Es gente normal», asegura Fitty Wienhold, aunque lo que está por venir es súper heavy. Cuando el próximo 14 de abril vean desembarcar en el puerto de Vila a 2.000 personas vestidas de negro de arriba abajo, con chupas llenas de tachuelas, los dedos repletos de anillos de calaveras, con caras de tipos/as duros/as y le saluden con un maloik (hacer los cuernos con los dedos), no es que una horda de godos invada la isla, sino que acaba de atracar el ´Mein Schiff 1´, el crucero de lujo de la compañía TUI que esos días realiza la segunda edición del ´Full metal cruise´, que del 11 al 16 de ese mes une Palma, Barcelona y las Pitiüses con la caña de Def Leppard y Ronnie James Dio como hilo musical de sus ascensores.

Los 2.000 heavies apenas permanecerán en Ibiza 12 horas (de una de la tarde a una de la noche), pero se dejarán notar. Sobre todo desde el baluarte de Santa Llúcia, donde asistirán a un concierto en el que los ibicencos Indulgentes serán los teloneros, para dar luego paso a una de las leyendas del metal hispano, Obús, que como decía su canción, pese al tiempo pasado aún son «poderosos como el trueno». La estrella de la noche será Udo Dirkschneider, asiduo a Ibiza que ayer participó en la rueda de prensa en la que fue presentado oficialmente el ´metal crucero´. Wienhold, alemán asentado en Ibiza desde hace lustros, estará al bajo de la banda del mítico Udo, fundador de Accept que el 14 de abril ya habrá cumplido 63 tacos. Se han reservado 800 entradas para la colonia heavy ibicenca.

Ni dos horas duraron los pasajes cuando esta semana se pusieron a la venta. Y eso que no son baratos: de 800 euros (más vuelo hasta Mallorca) a alrededor de 2.000 euros, según el camarote. Salvo un puñado de españoles que embarcarán en Mallorca, el resto son alemanes y escandinavos. Porque en el norte de Europa aún priva el heavy, tal como se comprobó en el festival de Eurovisión de 2006, cuando los fineses Lordi -lo más parecido a una banda de orcos armados con guitarras, con los que, precisamente, Udo participó en el disco que acababan de publicar- ganaron con la incalificable ´Hard Rock Hallelujah´. Según Fitty Wienhold, no hay que dejarse engañar por sus pintas: son pasajeros que se van a dejar muchos euros en la isla, y no solo en birras. «Es gente maja, normal y corriente, solo que visten de negro», bromeó. Aunque la mayoría serán talluditos, los habrá de todas las edades, incluso hay varios críos entre el pasaje: «A mis conciertos asiste gente de tres generaciones», señaló Udo.

Además de escuchar las típicas baladas de Scorpions, los metálicos pasajeros podrán disfrutar durante los seis días de la travesía de las actuaciones de una veintena de grupos. Según el portal de rock y metal ´El lado oscuro de la luna´, entre las bandas que tocarán en los tres escenarios (piscina, bar y teatro) del ´Mein Schiff 1´ están Hammerfall, Subway to Sally, JBO y Saltatio Mortis. También habrá espectáculos cómicos a cargo de Bembers, un karaoke metal (posiblemente se premie su combinación con air guitar), películas, lecturas, tatuajes, metal spa y talleres de música, tanto de guitarra como de percusión.

¿Cuántos decibelios habrá en el escenario de Santa Llúcia? «Los que permita la ley», asegura Wienhold. Lo sospechoso es que en la bolsa que la organización regalará a los metálicos cruceristas se incluyen unos tapones para oídos. También han añadido una muestra de detergente Spee Black, el que mejor lava la ropa negra y cuyo lema es ´Mach Schluss mit dem Vergrauen!´ (¡acabe con la decoloración!).