El Consell de Ibiza museizará parte del yacimiento excavado en el solar de Puig d’en Valls, frente al Decathlon, donde la cadena de supermercados Mercadona proyecta construir su segundo establecimiento de la isla. La Comisión Insular Ordenación del Territorio y Patrimonio Histórico artístico (Ciotupha) aprobó ayer la propuesta de modificación del proyecto para conservar y museizar una área de 1.800 metros cuadrados. En esta parte se han excavado una necrópolis de época tardoantigua, restos de una casa de época romana y otra islámica superpuesta, sitges, pozos para recoger aceite y un conjunto de zanjas de cultivo, entre otras instalaciones de distintas épocas antiguas.

El resto del yacimiento, que ocupa la totalidad del solar (10.000 metros cuadrados) y que consiste en zanjas de cultivo, será protegido, pero enterrado bajo el aparcamiento del establecimiento.

La parte que se podrá visitar se encuentra en la zona del solar más próxima al molino de s’Olivera. La modificación del proyecto contempla elevar el edificio del supermercado y ceder la planta baja al Consell para museizar los restos antiguos. La institución se hará cargo de los costes de la museización. La consellera de Cultura y Patrimonio, Pepita Costa, explicó que los técnicos ya trabajan en el proyecto para conservar y mostrar al público la parte más valiosa del yacimiento, pero todavía se desconoce cuánto puede costar.

Costa considera que se ha logrado «un buen acuerdo» con el promotor porque este cede gratuitamente al Consell el espacio. «Nosotros nos tenemos que hacer cargo de la museización, pero ellos han tenido que pagar la excavación», justifica. Los trabajos de excavación han durado tres meses. Para intentar minimizar el retraso en la ejecución de la obra, Mercadona ha destinado muchos recursos a la excavación, donde han llegado a trabajar más de una treintena de personas a las órdenes del equipo arqueológico.

Accesos independientes

El Consell pretende que los ciudadanos puedan pasear por el interior del yacimiento y observar de cerca los restos, al igual que sucede con el conjunto arqueológico conservado en la Vía Púnica. Así, la idea de la institución es unir este espacio, que se situará debajo de la gran superficie comercial, con la parcela colindante, que es de propiedad municipal y donde se encuentra el molino de s’Olivera, «para que puedan contemplarse a la vez». Además, la entrada al yacimiento será independiente de la del supermercado.

En la zona sur del solar se ubicará el aparcamiento y el acceso al establecimiento comercial, que se llevará a cabo a través de una rampa, según la modificación del proyecto, que, según el Consell, recoge las prescripciones de la ponencia técnica de Patrimonio.