Caballo de Troya a las puertas

El caballo de Troya que llevaba meses apostado delante del Parlamento Europeo tendrá que esperar una nueva oportunidad para ocupar las instituciones europeas y darles la vuelta. Esto es lo que pretendían las fuerzas de la derecha europea más extrema, lideradas por la francesa Marine Le Pen y la italiana Giorgia Meloni, que han obtenido resultados espectaculares en sus respectivos países. La extrema derecha ha dado un paso más en su intento de asaltar la UE y torpedearla desde dentro, al aumentar de modo significativo su presencia en un Parlamento donde podría obtener más de 130 escaños entre sus dos expresiones políticas. Sin embargo, pese a avances espectaculares que les han permitido ser los primeros en 9 países de la UE (entre ellos, Francia, Italia, Austria, Países Bajos y Hungría), estas fuerzas políticas –que viven del euroescepticismo, la xenofobia y, a veces, guiños a Vladimir Putin– no han conseguido poner patas arriba el Parlamento de Estrasburgo, donde conservadores, socialdemócratas y liberales siguen siendo determinantes. Juntos, suman más de 400 escaños, lo que permite, en principio, mantener la alianza entre ellos que ha prevalecido siempre en Bruselas.

La aritmética permite otras combinaciones, pero todas son atrabiliarias, y Ursula Von der Leyen, que coqueteó con Meloni en la fase final de la campaña, tendrá que pensárselo bien antes de modificar de raíz la alianza que le ha permitido gobernar la Comisión. El caballo de Troya no ha traspasado la puerta, pero todos han podido ver que se trata de un regalo envenenado y que lleva en su interior fuerzas que solo quieren gobernar en Bruselas para echar por tierra el Tratado de Roma y sus valores. La resistencia de los socialistas españoles y la influencia reforzada que Pedro Sánchez tendrá, previsiblemente, sobre la política europea le ofrece a Von der Leyen la posibilidad de un acuerdo que ha sido bueno para ella, y para la CDU, pese al avance de la extrema derecha europea.

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