Opinión | Desde la Mola

Semana de tedio

Pasada la Semana Santa en estricto sensu, nos llega la semana de vacaciones escolares con los chicos pendientes de la play o conversando en la superficie del skatódromo, porque en las profundidades del de Formentera se hace complicado el regreso al nivel del mar. Cosas de «y nosotros más». Repaso a la coyuntura turística de la semana que ha pasado (ni buena, ni mala, según como va la feria). El calor insoportable, la calima y el polvo en suspensión (será el cambio climático). Pendientes de las aperturas de los próximos días (dicen los expertos que hay un letargo abrileño). El final de la huelga de basuras que dejó un mal olor (sustitutivo de «mal sabor de boca»). Con todo esto, ya nadie osa comentar lo comentable… la política, aunque sea la local, ha dejado de ser el centro de atención en las conversaciones de taberna. Ahora toca la boda de Almeida, y de verdad el tema de los quioscos, que nos tiene a todos en un sinvivir por aquello de ¿habrá o no? este verano. Dicen lenguas viperinas que no lo sabe ni el santo padre que según la teología apostólica y romana habla con dios cada dos por tres (sobre todo para informarle de cómo está este mundo). Y es que cada vez le ponemos más imposibles a resolver. Además de los problemas irresolubles, están los de siempre que se agudizan a medida que van llegando a la isla trabajadores con residencia o no para ir preparando el meollo de la temporada. Predomina el italiano sobre otras lenguas, incluidas el catalán en sus diversas acepciones: el payés, el normalizado, el nivel C, el mallorquín de Palma, el de Artà, el ibicenco, suma y sigue.

Nos queda el payés con acento de Alcalá la Real o de Granada (donde las palabras tienen una letra menos). Se nota la veteranía en la efusividad de los encuentros… los compañeros de piso, habitación compartida a 300 euros y armario individual donde caben las camisas, los pantalones de faena, vestidos de domingo y poco más. Las camisetas en la maleta que sirve también de mesilla de ordenador portátil. En esas estamos (escribiendo en domingo por la mañana) cuando Carmelo nos suelta en el online el comunicado epistolar del presidente Córdoba. La proclamación solemne de la gran mentira de los demás sobre los interesados en saber la verdad. Lean y juzguen ustedes porque yo soy incapaz de elaborar una opinión sustanciad Resumen de o yo o el caos. No me dejen elegir. Lo peor es que esto no se acaba aquí.