Para empezar

Un nuevo frente en la vivienda

José Miguel L. Romero

José Miguel L. Romero

Ya en sus tiempos como alcalde, Vicent Marí avisó del daño que provocaban los pisos turísticos, si bien por entonces se refería al perjuicio causado a la planta hotelera reglada. Sus principales víctimas ahora son los residentes y los trabajadores temporales, que no encuentran donde alojarse porque o no los hay disponibles o sus precios son astronómicos. Se agradece que el ahora presidente del Consell de Ibiza centrara su discurso del Día de Balears en el intrusismo, en aquellos que, sin escrúpulos, se sirven de los inmuebles ideados originalmente como alojamiento residencial para hacer con ellos negocio. Afirma que estos piratas 2.0 serán perseguidos «implacablemente» por su institución y por el Govern, algo esencial para que encontrar un alojamiento deje de ser «un drama», como acertó en calificar. Ahora sólo hace falta que esas buenas intenciones se materialicen, que se cobren todas las multas, que quienes hasta ahora se sentían impunes paguen por el daño que, motivados por su codicia, están causando a esta sociedad. Pero es posible que aun así no acabe el problema. Ibiza es cara para nosotros, pero asequible para muchos extranjeros que están acaparando un importante parque inmobiliario para especular o para ponerlo en alquiler, y no precisamente a precios baratos. Se abre un nuevo frente en la vivienda.

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